Acayucan, Ver. | 2023-03-01
Para fortalecer en la fe, a las familias que sufren o han sido lastimadas por la violencia y la inseguridad, las reliquias del primer santo libanés, San Charbel, estarán en Acayucan este jueves dos de marzo, anunció la parroquia de San Martin Obispo.
Las reliquias también estarán de visita, como parte de la peregrinación que se realiza por la República mexicana, en el marco de los preparativos por el Bicentenario de su Natalicio y los 50 años de su canonización, que se celebrarán en 2027 y 2028, respectivamente.
El objetivo de los obispos de la curia mexicana, que acordaron la peregrinación, es el de ofrecer a todos los fieles "que sufren por diversas causas", a través de San Chárbel, reciban el consuelo y la bendición de Dios; para fortalecer en la fe a las familias lastimadas por la violencia y la inseguridad".
La peregrinación ha sido denominada "San Chárbel, bendiciendo y consolidando nuestra Patria" e inició desde el pasado 14 de febrero en la Diócesis de Tabasco y concluirá el 17 de julio en la Diócesis de Puebla, con un receso entre el 1 y el 9 de abril, por la celebración de Semana Santa.
Las reliquias estará dentro de la diócesis de San Andrés Tuxtla, los dias 2, 3 y 4 de marzo del año en curso; quedando el itinerario de la siguiente manera, se hará un recibimiento a su llegada a la zona sur, el jueves 2 de marzo en parroquia de San Martin Obispo de Acayucan, los otros dos días estará en Ciudad Isla y San Andrés Tuxtla, hacia donde partirá el 3 y 4 de este mes.
Chárbel Makhlouf, también conocido como Sarbelio o como Youssef Antoun, fue un asceta y religioso maronita libanés. Quedó huérfano de padre a la edad de 3 años y luego estuvo al cuidado de su madre, quien posteriormente se casó en segundas nupcias con un hombre devoto que sería después monje maronita.
Chárbel Mahklouf murió en el monasterio maronita de Annaya, en la Nochebuena de diciembre de 1898, debido a una enfermedad, que le provocó paalisis. Así actualmente yacen sus restos incorruptos. Se dice que desde su tumba emana un líquido acuoso de sangre, siendo éste un caso de emanación milagrosa de sangre licuada o licuefacción, como los de San Genaro de Nápoles, San Nicolás de Tolentino, y de San Pantaleón en el Monasterio de la Encarnacion en Madrid, España.
Fue beatificado en 1965, canonizado en 1977, siendo desde ese año, el primer santo católico del Líbano.