Acayucan | 2024-11-04
Abel es un albañil del que dependen tres menores de edad y su esposa, en la comunidad de El Hato, congregación de Acayucan. A diario viaja desde ese lugar, en una pequeña motocicleta hasta el punto donde, desde hace un mes, el peligro es a diario para los vehículos que son pasados, por un tramo que se ha hundido y que, en cualquier momento puede colapsar.
El ciudadano, de 42 años de edad y que se dedica en cualquier labor que pudiera llevarle un sustento a su familia, depende de la cooperación que los conductores le entregan a su paso por el único carril habilitado en la zona que, el 2 de octubre colapsó y dejó materialmente el paso inservible, en plena zona urbana de Acayucan.
Su labor es ponerle tierra cada vez que se forma un nuevo canal, él está consciente y asegura que el paso ya no aguantará más porque, a pesar del peligro, los conductores insisten en cruzar por ahí y principalmente los que manejan vehículos de carga pesada.
Don Abel no cuenta con ningún apoyo social de los tres niveles de gobierno por lo que, desde temprano llega y empieza a rellenar lo que ya se haya hundido, en los pocos metros que queda para pasar por ese paso de alcantarilla.
El hundimiento cumplió más de un mes, ninguna autoridad de los tres niveles, ha iniciado su reparación. El gobierno municipal ya pidió la ayuda del gobierno federal pero no ha habido respuesta. El ejecutivo estatal no se ha parado por el punto y el peligro, el riesgo de un colapso total, persiste en medio de la terquedad de los conductores de seguir pasando, aun cuando el asfalto poco a poco va derrumbándose hacia un canal de aguas negras y pluviales que pasa por debajo.
Entre lo caído y lo que aun se sostiene, se están generando otros socavones que avanza hacia el centro y son agujeros que don Abel ya no puede rellenar. El calcula que no tardará más que un día, en sostenerse el lugar.
Aunque a diario pasan cientos de conductores de todo tipo de vehículos por el lugar, hay operadores de carga pesada que no lo hacen y mandan antes a verificar el riesgo que representa.
Un transportista hizo lo propio, fue a verificar el lugar antes de tomar la ruta alterna por la comunidad de Tecuanapa. Era parte del grupo de conductores de trailer que arrastran dos remolques tipo tolva con miles de toneladas de balastro que viene de los Tuxtlas hacia la península de Yucatán y están conscientes de que, un descuido y una de esas unidades puede causar el derrumbe total del paso y quedar el vehículo atrapado en el sitio.
La desviación en Tecuanapa avanza hasta la desviación a Ixhuapan y de ahí, la carretera Acayucan-Soteapan.