Mario Guzmán, un restaurador de imágenes religiosas que rescata la fe y el arte

El maestro Mario Guzmán, restaura imágenes religiosas en pleno corazón de la colonia Centro de Agua Dulce

Agua Dulce | 2023-08-30

En medio del bullicio de la avenida 20 de noviembre, en pleno corazón de la colonia Centro, una figura solitaria se erige como un faro de tranquilidad y devoción

Entre el estruendo de cláxones y las voces apresuradas de la ciudad, Mario Guzmán se encuentra pintando con meticulosa devoción la imagen de la Virgen de Guadalupe.

El 'Bazar de artículos religiosos Roldan' es un espacio donde la fe y el arte sacro se entrelaza con la restauración o volver a dar "vida a las imágenes", como muchos devotos aseguran.

Egresado de la Universidad Villa Rica y especializado en artes plásticas, Mario ha dedicado más de 15 años de su vida a la restauración de imágenes religiosas, un oficio que fusiona su talento creativo con su inquebrantable fe católica.

Cada pieza que llega a sus manos es un lienzo en blanco para él, una oportunidad de revivir no solo la forma y la belleza de la imagen, sino también la historia y la tradición que representa

Desde la escultura hasta la arquitectura, el grabado y el dibujo, el maestro Mario demuestra su destreza en una variedad de disciplinas artísticas en cada proyecto.

Con más de cinco décadas de antigüedad, algunas de las piezas que ha restaurado llevan consigo la historia de generaciones enteras, pero las familias que confían en su experiencia, la restauración es una forma de preservar un legado que no puede equipararse con el dinero, es un vínculo entre el pasado y el presente, una conexión con sus raíces y creencias.

Las piezas que llegan a su taller pueden estar destrozadas por el tiempo y el descuido, pero todas llevan consigo un legado familiar que él valora profundamente, siendo este cariño y respeto por la historia de cada imagen que lo impulsa a trabajar todos los días de manera incansable. 

Cuando se le pregunta sobre los desafíos de su labor, el maestro menciona que la elaboración de moldes para la réplica de imágenes es una de las tareas más complejas, sin embargo, su paciencia y dedicación le permiten superar cualquier obstáculo y generalmente puede completar un trabajo en un mes, dependiendo de lo laborioso que requiere la pieza.

Mario Guzmán no se limita a trabajar con un solo tipo de material, ya sea yeso, madera, piedra, resina o fibra de vidrio, él conoce los secretos de cada sustancia y las técnicas adecuadas para devolverles su esplendor original.

En un mundo que cambia a un ritmo vertiginoso, él se mantiene pintando, la muñeca de su mano desplaza la brocha con maestría, las cerdas parecen que danzaran con devoción sobre el manto de la virgen, es un reflejo de su pasión, su fe y su amor por preservar las historias que las imágenes religiosas llevan consigo.

Cada trazo de pincel y cada movimiento de sus manos es una manifestación de su compromiso con su trabajo que trasciende en un mundo cada vez vertiginoso, sin embargo en las manos del maestro Mario Guzmán parecería que las manecillas del reloj se detuvieran, porque en cada pieza que pinta el tiempo se detiene.

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