Agua Dulce Ver. | 2024-12-18
En un esfuerzo por mantener viva una de las tradiciones más emblemáticas de la región, la familia Aguilar Silva ha salido nuevamente a las calles de Agua Dulce con sus guitarras, voces y espíritu festivo, llevando alegría a los hogares a través de los villancicos y las ramas navideñas.
La tradición, que consiste en recorrer los barrios entonando canciones navideñas y llevando una rama decorada, ha sido parte de la vida de esta familia por más de 40 años. Desde su juventud, los hermanos Aguilar comenzaron a salir acompañados de amigos y vecinos, llevando música y alegría en las fiestas decembrinas. Sin embargo, con el paso del tiempo y los cambios en las dinámicas sociales, estas expresiones comenzaron a desaparecer, dejando en el olvido una costumbre que solía llenar las calles de vida y color.
"Desde que tenía 14 años, salíamos con mi guitarra y recorríamos las calles. Nos encontrábamos con otras ramas, y era un gusto ver tantas familias participando. Pero, con los años, cada vez éramos menos, hasta que en el barrio ya no se vio ninguna rama", comparte Sergio Aguilar Silva, uno de los impulsores de este movimiento.
Durante algunos años, las enfermedades y las complicaciones de la vida cotidiana obligaron a la familia a detener esta actividad. Sin embargo, ante la nostalgia y la tristeza de ver desaparecer una tradición tan especial, decidieron revivirla. Con el apoyo de varias generaciones, que incluyen hermanos, sobrinos, nietos y amigos, los Aguilar Silva están nuevamente en las calles, llevando consigo no solo música, sino también un mensaje de unión y esperanza.
"Lo hacemos para alegrar a las familias, no por dinero. Solo queremos que nos reciban y nos escuchen. Ese es el mayor pago que podemos recibir", afirma con emoción la familia, que ha encontrado en esta tradición un vínculo especial entre ellos y con su comunidad.
La respuesta de los hidrómilos no se ha hecho esperar. Los Aguilar Silva han sido recibidos con sonrisas, aplausos y muestras de agradecimiento en cada hogar que visitan. Con sus guitarras, voces y el amor por la tradición, han logrado devolver un poco de la magia decembrina que parecía perdida.