Acayucan | 2024-11-02
Una muestra de apoyo y solidaridad de la santa muerte, ofrecida a su madre Reyna Mundo Cruz, para superar una crisis económica que las obligó en algún momento hasta pedir ayuda para poder alimentarse; hizo que Valeria Ramos Mundo, decidiera formar parte de quienes, veneran a esa imagen.
Ambas mujeres, dedicadas desde hace muchos años a la atención de una cervecería suya; una noche, su negocio fue escenario de un crimen. Desde entonces, inició una crisis económica que la llevó materialmente a pedir la ayuda social para poder tener un bocado para ambas.
Una enfermedad también, puso al borde del fallecimiento a Reyna Mundo, quien decidió acudir ante un curandero para que le quitara el mal y este la rechazó, afirmando que por su adoración a la Santa Muerte, no podría actuar en ella.
Ambas pruebas no dejaron que doña Reyna, conocida como La Morena, dejara de seguir siendo parte de quienes rinden culto a la Santa Muerte, por lo que decidió seguir en su creencia y poco luego, la misma, asegura, le ayudó a salir adelante y continuar, a varios años de ambos sucesos, poder estar con salud y tener un negocio próspero.
Doña Reyna Mundo decidió seguir a la Santa Muerte desde hace varios años, inculcada por uno de sus hermanos, y así, ahora, desde hace casi una década, heredó la creencia a su hija Valeria, quien este uno de noviembre, previo al día de muertos, decidió estrenarse como "rezadora" al no contar con quienes, año con año, iban a su domicilio o a su negocio, a hacerle el rezo.
Estas dos personas, ya fallecieron, una de ellas, de Oluta, en el mes de abril pasado y quien hasta el año pasado, acudió a hacerle el rezo tradicional al día de la Santa Muerte.
Valeria Ramos, adora la Santa Muerte desde hace nueve años, enseñada por su mamá, quien le relató la ayuda que le ofreció y de la que ella fue testigo, pues sacó a ambas, de una difícil y complicada situaciones económica y de salud.
Desde entonces, pese a todas las críticas y señalamientos de quienes no creen en la santísima, ha decidido adorarla, promover su veneración y festejarla con una fiesta pública.
Este año, la celebración la hizo en su negocio, ubicado en la calle Altamirano, cerca de la calle Miguel Alemán, en la cabecera municipal, a la que acudieron varios creyentes, quienes aportan desde pastel, regalos, botanas y cerveza, para que todos puedan disfrutar el día de la Santa Muerte, que es este 2 de noviembre.
Este año, Valeria decidió vestir para la fiesta, a las diversas imágenes de la Santa Muerte suyas y de quienes llevaron la suya y son creyentes, y que fueron colocadas todas en un enorme altar por niveles; de color amarillo, para pedirle la ayuda en dinero, fortuna, estabilidad, abundancia.
Los colores lo define cada creyente de acuerdo a la petición que desean hacerle o la temporada en que se encuentre, por lo que las imágenes son vestidas de diversos colores.