Sayula de Alemán | 2023-08-10
Don Elpidio Mendoza Vidal, cumplirá este año, 30 años como diácono permanente en la iglesia de Almagres, congregación de Sayula de Alemán, pero su vocación tuvo muchas dificultades, al grado que sus parientes se opusieron a esa decisión y fue rechazado por su misma comunidad católica a la que atiende desde hace tres décadas.
Pío, como es conocido y apodado en Almagres, es agricultor y comerciante. De vez en cuando vende mole que prepara con su esposa, Rosalía Ortiz Fernández, con quien tiene 58 años de casado; y fue ella quien lo impulsó a buscar el sendero del servicio De la Iglesia católica, aunque en un principio se oponía por temor a que no cumpliera los requisitos y pudiera mantener la vida de paz y amor a Cristo que debía tener.
Sin importarle el rechazo de su comunidad, de sus parientes que se molestaron con el, el apoyo de su única hija y su esposa, lo hicieron consagrarse como diácono desde hace tres décadas, luego de una ardua preparación religiosa.
No reciben salario, no obtienen alguna ganancia económica por su servicio, pero aun así, dijo don Elpidio, su satisfacción de servir es mejor que cualquier recompensa monetaria.
Rosalía Ortiz Fernández, no obstante los sacrificios que representa que su marido sea diácono permanente, agradece a Dios la oportunidad de haberle entregado al jefe de su familia a esa acción católica.
El obispo de la diócesis de San Andrés Tuxtla, José Luis Canto Sosa, encabezó la celebración de San Lorenzo, el primer diácono custodio de Roma, considerado el tercer santo patrono de la sede de la Iglesia católica, en Sayula de Alemán, previo a las fiestas de la virgen de la Asunción, que será la próxima semana.
En el festejo, se honró a las esposas de los diáconos permanentes por el gran apoyo y sacrificio familiar que hacen porque sus parejas se dediquen al servicio De la Iglesia.
El obispo de la diócesis de San Andrés Tuxtla, informó que dentro de la jurisdicción a su cargo, existen 16 diáconos permanentes y otros transitorios que se están preparando para ser sacerdotes. Los primeros son ciudadanos que sirven a la iglesia y auxiliar a los párrocos, los otros, estudian para alcanzar la ordenación sacerdotal.
Los diáconos siguen a San Lorenzo, quien fue diácono del papa Sixto segundo, y que en el siglo tercero, fue torturado para que entregara las riquezas que le había conferido la iglesia, pero cuando le preguntaron que donde estaban, les respondió "La riqueza De la Iglesia son los pobres, son los necesitados" asegura.
"San Lorenzo es un ejemplo de servicio a la iglesia, un servicio al prójimo" afirmó el obispo José Luis Canto Sosa.