Minatitlán | 2022-03-15 | Omar Vázquez
Cerca de 50 comerciantes y bloque de cargadores independientes se pronunciaron en contra de la llegada de un grupo de locatarios del mercado Popular-Solidaridad, que en los próximos días estarán instalados oficialmente en la calle Francisco I. Madero, entre Juan Escutia y Xicoténcatl, de la colonia Playón Sur, lo que representa la interrupción del tráfico con pérdidas y molestias.
"Somos 20 cargadores que trabajamos en la zona del malecón, no queremos que nos tapen porque así ya no llegan los taxis, nadie nos avisó de nada, solo los trajeron y ya", denunció Bartolome Cruz Martínez, representante de estibadores.
Para ellos, los principales clientes son campesinos y familias que llegan a orillas del río Coatzacoalcos a surtir o vender mercancía, lo que se ve interrumpido por el apresurado arribo del grupo de locatarios.
"Todo lo que viene de la zona rural, nosotros lo cargamos, también lo que ellos compran en las tiendas, entonces, así ahorita nosotros no tendremos ningún negocio porque también nos están cerrando el paso y, queremos que nos abran inmediatamente y nos libren la calle Francisco I. Madero", refirió el entrevistado, al agregar que el grupo que representa labora allí desde 1992.
"Está cerrado desde la noche, nosotros le descargamos a todos, a parte llegan personas enfermas y no dejan que tomen taxi porque no hay paso".
Junto a la problemática, se unieron locatarios del mismo sector que hicieron un levantamiento de firmas que de manera inmediata sería presentada a la autoridad municipal con el objetivo mostrar la inconformidad.
Cabe mencionar que sobre calle Madero, imperan veterinarias que sufren de manera concreta la afectación pues, los clientes deben ahora, de caminar por largas cuadras junto con sus animales para poder llegar al punto de referencia.
La presencia de locatarios del Popular, obedece a la solidaridad de un grupo de pescadores que se apegan a la indicación de desalojo por consecuencia de la demolición y construcción del nuevo mercado a través de recursos de Sedatu, lo que ha despertado inconformidad entere la mayoría de los vendedores que hasta hoy, no tienen la información precisa del proyecto y por lo que temen el nuevo edificio sea privatizado después de 30 años y perder el patrimonio que ya han conseguido en las tierras ejidales.