Llamaradas, calles destruidas y personas atrapadas entre escombros, así fue el temblor que cimbró al sur hace 65 años

En la madrugada del 26 de agosto de 1959 un sismo sacudió a dos zonas del sur

Jáltipan | 2024-08-26

En el poblado rural de Santa Marta, en la cordillera volcánica de la sierra de los Tuxtlas, surgieron unas llamaradas de más de 60 metros de altura, al tiempo que la tierra retumbaba y un intenso calor se sentía entre los caminos y calles, los animales silvestres, un día antes, huyeron hacia la playa, la temperatura hacia aumentado tan fuerte, que se desconocía su origen en un terreno donde la frescura, la otorgan los enormes árboles y la brisa del mar, del golfo de México.

Era la madrugada del 26 de agosto de 1959, hace 65 años, se había registrado un sismo de entre 6.5 y 7 grados en la escala de Richter que afectó principalmente a las cabeceras municipales de Jaltipan y Acayucan, los cuales quedaron en penumbras, la energía eléctrica se había ido y la población salía a ver que era lo que había ocurrido, asustados por el movimiento que habían sentido.

Al amanecer, la vista de calles de Jaltipan y Acayucan, era terrible, edificios habían caído, casas estaban bretadas e incluso las calles, tenían enormes aberturas. Para la tarde del mismo día, se contabilizaban 10 personas muertas entre los dos municipios, mas de cien heridos que habían quedado atrapados entre los escombros.

Por lo manifestado por los pobladores de Santa Marta, se especuló entonces que había sido un sismo volcánico, que algún volcán de la cordillera de los Tuxtlas había hecho erupción y generado el movimiento que tanto afectó a varios municipios, pero el más dañado había sido Jaltipan.

A 65 años de esa terrible experiencia, ninguna de las dos municipalidades ha rendido honores. Ni un recuerdo al menos de la tragedia.

Según el servicio sismológico nacional, de la Universidad nacional autónoma de México, ese sismo  fue a las 2 horas, 25 minutos con 31 segundos de aquel 26 de agosto de 1959, y fue de 6.4 grados, a 12 kilómetros al norte de Allende, Veracruz, a una profundidad de 21 kilómetros.

Jaltipan se preparaba para celebrar a Santa Rosa de Lima, cuya festividad es el 30 de agosto, y por eso, en el centro los juegos mecánicos y comerciantes se habían instalado, pero el sismo, convirtió en tragedia el ambiente festivo.

Ese mismo día se produjeron cuatro réplicas: a las 9 de la mañana, una de la tarde, 9:30 de la noche y 3:45 horas ya del 27 de agosto. El movimiento tectónico, de acuerdo al observatorio de Tacubaya, tuvo su epicentro en el Golfo de México, a unos 50 Kms. de la ciudad de Coatzacoalcos y 27 del volcán de San Martín.

La parroquia de San Francisco de Asís, sufrió graves daños en su única torre y tuvo que ser derruida.

Los daños que se dijo en la prensa, en ese entones, señalaba que en Jaltipan, habían fallecido 10 personas, que otras 138 resultaron  heridas, siendo 45 de gravedad.

Se dijo que Acayucan sufrió daños en un 20 por ciento de sus principales edificios, algunos de ellos,  derribados, como la parroquia de San Martin Obispo, cuyas torres cayeron y se tuvo que destruir todo para reconstruirlo.

Calles agrietadas, la carretera Transistmica afectada, 20 personas heridas, etcétera.

Otros daños fueron como el de Minatitlán, donde se registró la rotura del oleoducto de Rabón Grande. Destruida la carretera a Minatitlán. Muchas casas caídas. En Coatzacoalcos, el taller mecánico de la Secretaría de Marina se hundió un metro, con rotura del piso, y el taller de reparaciones menores se hundió por un costado, quedando en deplorables condiciones.

En Oluta, Chinameca y Soteapan casi todas las casas sufrieron caídas y agrietamientos.

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