Agua Dulce | 2024-09-03
La activista e influencer, Ilse Viridiana Martínez de la Cruz, aseveró que es urgente abordar el feminicidio desde sus ´raíces´, por lo que sociedad y gobierno deben atender las causas de esta violencia, que a menudo comienza en el núcleo familiar.
Martínez de la Cruz detalló que muchas mujeres asesinadas vivieron meses e incluso años, de agresiones por parte de sus parejas, las cuales muchas veces no denunciaron por los pocos resultados que brindan las instituciones procuradoras de justicia.
En algunos casos estas agresiones tienen un origen ´machista´ que se arraiga desde la infancia, enseñando desde el seno familiar que los hombres son proveedores y las mujeres desempeñan roles domésticos subordinados.
Según Martínez de la Cruz, esta dinámica contribuye a una percepción de superioridad masculina, que se manifiesta en comportamientos violentos cuando los varones llegan a la adolescencia.
La activista, quien lidera la marcha del 8 de marzo para visibilizar a las víctimas de feminicidio, destacó que en Agua Dulce, varias adolescentes han reportado casos de violencia física por parte de sus novios, incluso por motivos tan ´triviales´ como el estilo de su vestimenta.
Este patrón de control y agresión demuestra cómo las desigualdades de género y el machismo se fortalecen y se traducen en violencia física.
Martínez de la Cruz compartió una dolorosa experiencia, narró que hace algún tiempo, avisó a unos padres que su hija era víctima de violencia por parte de su novio, por lo que la llevó a la comandancia de la policía, pero cuando sus tutores llegaron les dijo: "De seguro y novio te volvió a golpear."
Detalló que este tipo de episodios demuestran la ´normalización´ de la violencia en algunos hogares y la falta de intervención por parte de los padres para detener la escalada de agresividad.
La entrevistada, sostuvo que además de la necesidad de una justicia para este tipo de delito, es importante que se realicen modificaciones al tipo de educación que se brinda a los niños.
Ilse Viridiana, consideró que para este tipo de casos, las mujeres no se deben quedar calladas, además de buscar ayuda y que confíen en su valor, recordando que nadie tiene el derecho de hacerles daño.