Narcopolíticos ligados a desapariciones en Veracruz, intocables y felices

Ciudad de México | 2021-01-07 | Luis Ferrer


(EXCLUSIVA) A Yunery Citlally Hernández Delgadillo la buscaron por las calles, las heridas de guerra de las ciudades. Frente al muro que divide a México y a Estados Unidos. Entre barrancos. En zonas inhóspitas, invadidas por células del crimen. Preguntaron por pistas para dar con ella a reos de alta peligrosidad en presidios del Norte.  Con ella desaparecieron otras 13 jóvenes edecanes. 

La mujer que la contrató para una fiesta, a la que presuntamente asistieron funcionarios ligados a Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa y Los Zetas, sigue prófuga. 'No hay avances. Lo que hay en las carpetas de investigación es porque las familias lo hemos investigado por nosotras mismas. No hay investigaciones. La verdad estamos jugando con Sansón a las patadas’, afirma Victoria Delgadillo Romero, madre de la joven edecán, del Colectivo Enlaces Xalapa.  

Los familiares y amigos de la mujer ausente, madre de 2 jovencitos, no olvidan ni se rinden: Veracruz ardía mientras capos del narco y políticos encumbrados celebraban su orgía criminal a lo largo de todo el estado. Y los familiares de Yunery Citlaly no pararon de buscarla. Y siguen haciéndolo.  Ella no está entre las cifras alegres que presume la titular de Comisión Estatal de Búsqueda, Brenda Cerón Chagoya.

‘Nosotros no buscamos a los responsables. Queremos a nuestros hijos, tenerlos en el lugar donde deben estar para poder saber que ahí están y no seguir viviendo esta terrible incertidumbre que nos está consumiendo en vida.  De los responsables son las autoridades las que deben hacer lo pertinente’, aseveran al respecto familiares de las jóvenes desaparecidas’.                                                                                                                                    


Victoria Delgadillo Romero, madre amorosa y valiente, finalmente, relata a Imagen del Golfo que los hijos de Yunery Citlally Hernández Delgadillo ya van a la secundaria y universidad.

‘Yo te quiero decir, hija, que tus hijos están hermosos, que cada día están más grandes. Qué te aman, hija, qué no te han olvidado ni te van a olvidar nunca. Qué tú eres su madre, a pesar de que yo los estoy criando. El título de mamá lo tienes tú. Yo soy su abuela. Y donde quiera que estés, hija, quiero que sepas que te amamos. Pienso que he hecho un (buen) trabajo con tus hijos, pero no como tú lo hubieras hecho. No es lo mismo una madre que una abuela. Tus hijos te necesitan y les haces falta. Ellos han aprendido a amarte. Y te aman y te extrañan. Y quiero decirte que ellos se han hecho muy fuertes, que te necesitan y ojalá pronto estés con nosotros, para que ellos ya sepan por fin dónde estás. Te amo, hija”.