Acayucan, Ver. | 2022-10-29
Al venir de su trabajo en la planta de coque que se ubica en Jaltipan, un obrero fue detenido por elementos de la Fuerza civil acusado de conducir en estado de ebriedad, una motocicleta y resistirse al arresto.
Además de no poder presentarse a su jornada laboral este sábado, tuvo que pagar 1500 pesos de multa además de que el corralón a donde fue enviado su vehículo, le exigen 3200 pesos para liberarlo.
Resulta que, el obrero, es abstemio, no consume drogas, ni alcohol, no le fue realizada alguna prueba para conocer el nivel de embriaguez y lo peor, al salir, en su boleta indica que fue detenido por alterar el orden, aun cuando el, solo iba hacia su domicilio en Acayucan, en la moto, acompañado de su hijo que lo había ido a traer a la terminal de autobuses.
Molesto, el obrero decidió denunciar ante los medios de comunicación lo que ha considerado como un abuso de autoridad de la fuerza civil, pues dijo, que jamás se opuso a una revisión, ni tampoco a detener la marcha de su motocicleta y peor aun, no toma.
Bernardo Prieto Ruperto laboró el viernes desde las 8 de la mañana hasta las diez de la noche. Fue una jornada especial de labor en la conducción de maquinaria pesada dentro del almacen de coque.
Llamó a su hijo de 23 años de edad, que fuera por El en la moto y ahorrarse así, el gasto del taxi. Sin embargo, al transitar por la calle Miguel Hidalgo, fue interceptado por una patrulla de la Fuerza civil, bajo el pretexto de que iba zigzagueando por esa arteria.
Los policías lo cuestionaron si iban ebrios, o si habían consumido alguna droga que les afectara en la estabilidad de la conducción, a lo que Bernardo Prieto, dijo que no, y explicó, que era abstemio, que no tomaba ni fumaba sustancias nocivas ni nada que pudiera afectar su salud, pues es atleta y por el riesgo de su trabajo en la planta, no puede tener adicciones.
Esto no sirvió a los policías preventivos, que lo siguieron cuestionando, dijo Bernardo Prieto, hasta que finalmente llegaron a la discusión y terminaron deteniéndolo. Esposado fue llevado a la coordinación de la corporación, a su hijo lo dejaron ir pero sin la motocicleta y el vehículo enviado a un corralón.
Hasta la mañana de este sábado, fue liberado tras el pago de una multa de 1500 pesos, sin que se comprobara que estaba borracho ni nada que justificara el arresto. Lo peor fue saber que para recuperar su motocicleta debe pagar 3200 pesos a un corralón de la ciudad.
El ofendido dijo que denunciará ante la Fiscalía general de justicia este atropello y pidió al Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jimenez, se controlen estos abusos y defienda a la población que está en riesgo de sufrir un atentado de este tipo.
El obrero dijo temer ahora por su seguridad, pues durante el tiempo en que estuvo preso, le fueron tomadas varias fotografías, fue desnudado para registrar todas sus facciones además de sacarle copias a todas sus identificaciones.