Australia | 2023-05-15
Un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Adelaida, en Australia, revela la alarmante realidad del comercio ilegal de especies. Contrariamente a la creencia común de que los animales salvajes se venden principalmente como mascotas exóticas, este estudio revela que muchas de estas criaturas son comercializadas con propósitos aún más sombríos, como la obtención de drogas.
Los investigadores examinaron más de 2 millones de anuncios en la Dark Web durante un período de 5 años, descubriendo que el 70% de las especies vendidas en esta plataforma se traficaban como drogas. Tanto plantas como hongos ocupaban la mayoría de los anuncios, y algunos ejemplos notables incluían las trufas mágicas y las setas psilocibes, conocidas por sus efectos psicodélicos. También se encontraron plantas como la Koa de Formosa y el peyote, cuyas propiedades alucinógenas las convierten en valiosas sustancias recreativas.
Sin embargo, resulta sorprendente descubrir que incluso algunos animales salvajes se venden como drogas. El sapo del desierto de Sonora, famoso por segregar sustancias psicoactivas, es uno de los ejemplos más impactantes. Los consumidores de esta droga lamen directamente al sapo para aprovechar sus efectos alucinógenos.
No obstante, no todas las especies encontradas en la Dark Web se comercializan como drogas. También se descubrieron plantas medicinales, como la pasiflora y el verbasco, conocidos por sus propiedades calmantes y expectorantes, respectivamente. Asimismo, algunos animales, como el mapache, se venden por su piel, mientras que otras especies exóticas, como el loro gris africano, el guacamayo jacinto y el escarabajo goliat, son comercializadas como mascotas.
El auge de la Dark Web ha permitido que este comercio ilícito se mantenga en la sombra, dificultando la detección y persecución de sus implicados. A pesar de los esfuerzos por controlar estas actividades ilegales en Internet, los vendedores y compradores continúan ocultándose en las profundidades de la red.