Estados Unidos | 2020-09-11 | Agencia AFP
La rivalidad entre el presidente estadunidense Donald Trump y su contrincante en las elecciones de noviembre, Joe Biden, sobrevuela este viernes las ceremonias de conmemoración de los atentados del 11 de septiembre de 2001, aunque esta vez los adversarios se han dado una tregua.
Trump viajó con su esposa Melania al campo donde hace exactamente 19 años se estrelló uno de los cuatro aviones secuestrados por yihadistas, en Pensilvania, un estado clave para las elecciones del 3 de noviembre. Biden lo hará esta tarde.
El presidente dejó de lado su agresiva retórica para hacer hincapié en el patriotismo y la unidad nacional.
"En los días y semanas después del 11/9, ciudadanos de todas las religiones, de todos los orígenes, colores y creencias se unieron, rezaron juntos, hicieron duelo juntos, y reconstruyeron juntos", dijo Trump.
"Ese día todos nos unimos como una nación", afirmó.
Fue en un campo de Shanksville, a 500 kilómetros al oeste de Nueva York, donde se estrelló el vuelo 93 de United luego de que los pasajeros y la tripulación, hoy considerados héroes, intentaron retomar el control de la nave secuestrada por cuatro yihadistas, que se dirigía posiblemente hacia el Congreso. Las 44 personas a bordo murieron.
"Estados Unidos nunca cederá en la búsqueda de terroristas que amenazan a nuestra gente", indicó Trump, que destacó las muertes del líderes del grupo yihadista Estado Islámico Abu Bakr al Bagdadi y del alto general iraní Qasem Soleimani hace menos de un año a manos de fuerzas estadunidenses.
Más temprano Biden, que acelera sus giras electorales tras permanecer semanas encerrado en su casa de Delaware debido a la pandemia, participó en la ceremonia que recordó a las víctimas de los ataques en Nueva York, donde murieron más de 2 mil 700 de las casi 3 mil víctimas de los peores atentados de la historia.
El vicepresidente Mike Pence también se hizo presente en Nueva York, donde cruzó un saludo con el codo con Biden, así como algunas palabras. Ambos asistieron a la ceremonia con sus esposas y se mantuvieron de pie a pocos metros de distancia.
Luego Biden, conocido por su empatía, se dio tiempo para conversar -siempre con cubrebocas- con muchas personas presentes en la ceremonia, algo que no hacía desde el comienzo de la pandemia.
Una de ellas fue una anciana madre en silla de ruedas que perdió a su hijo de 43 años en los ataques, y que conversó con Biden sobre la muerte de su hijo Beau a raíz de un cáncer.
El dolor "nunca se va", se dijeron uno al otro.
"No hablaré de nada que no sea el 11/9. Hemos retirado toda la publicidad electoral hoy. Es un día solemne. Así es como lo vamos a mantener", afirmó el ex vicepresidente de Barack Obama a periodistas al llegar a Nueva York.
Pero a menos de dos meses de la elección donde Trump busca su relección, los republicanos organizaron una ceremonia rival simultánea, también con familiares de víctimas, a dos cuadras del memorial del 9/11, a la cual debía asistir el ex alcalde republicano Rudy Giuliani, según el canal local NY1.
"Marcar puntos"
Las ceremonias del 11/9 tradicionalmente "están desprovistas de retórica política, y están dedicadas a rendir homenaje a las víctimas" de los atentados, dijo a la Afp el profesor de ciencia política de la Universidad de Columbia Robert Shapiro.
El evento es tan mediatizado que "el solo hecho de estar presente, de mostrar liderazgo y empatía, permite marcar puntos", subrayó. "Por lo tanto (los candidatos) aprovechan la ocasión, al tiempo que silencian temporariamente la retórica corrosiva habitual".
El hecho de que tanto Biden como Trump viajen a Pensilvania, donde los últimos sondeos dan cuenta de una carrera ajustada entre ambos candidatos, ilustra sus "cálculos evidentes", sostuvo Shapiro.
Pensilvania fue demócrata durante largo tiempo hasta que en 2016 se inclinó por una corta mayoría por el republicano Trump, lo cual contribuyó a la sorpresiva victoria del ex magnate inmobiliario neoyorquino sobre Hillary Clinton.
Ahora los demócratas quieren la revancha.
Aunque las ceremonias del 11/9 marcan una tregua, podría ser de corta duración, como sucedió hace cuatro años.
La demócrata Hillary Clinton participó en la ceremonia en Nueva York en 2016, contrariamente a su entonces rival Trump. Pero sufrió un malestar y se fue antes del final.
Su médico reveló luego que dos días antes había sido diagnosticada con una neumonía, algo que la ex secretaria de Estado había mantenido en reserva. Pero Trump explotó el episodio a su favor, burlándose de ella, e incluso la imitó en público, haciendo como que tropezaba.