| 2023-01-13
Spideh Qolian, es unas de las activistas femeninas más destacadas de Irán, tras ser declarada culpable en 2018 de actuar "contra la seguridad nacional" por apoyar una huelga, cumple una condena de cinco años.
En una carta escrita desde la prisión de Evin, a la que tuvo acceso la BBC, describe el trato brutal que reciben tanto ella como otros detenidos por parte de los interrogadores para que hagan sus declaraciones. Cabe destacar que dichas confesiones forzadas se transmiten después por la televisión estatal.
se lee en la carta, en referencia a las actuales protestas antigubernamentales que recorren el país.
En su carta, describe cómo el ala "cultural" de Evin, donde realiza sus exámenes, se ha convertido en un edificio de "torturas e interrogatorios". Y dice que ha sido testigo de cómo interrogaban a jóvenes detenidos allí.
Qolian describe una escena que presenció el 28 de diciembre de 2022 cuando la llevaron al ala para su examen.
"Hace un frío helado y nieva, cerca de la puerta de salida del edificio, un niño con los ojos vendados y vestido únicamente con una delgada camiseta gris está sentado frente a un interrogador.
Hasta el momento, al menos 519 manifestantes, incluidos 69 niños, han sido asesinados y 19.300 arrestados, según la Agencia de Noticias de Activistas de Derechos Humanos (HRANA). Miles han sido encarcelados.
Los iraníes protestan frente a la prisión para detener las ejecuciones. Muchos de los arrestados se enfrentan a la pena de muerte y hasta el momento cuatro manifestantes han sido ahorcados después de que sus confesiones fueran mostradas en la televisión.
Activistas de derechos humanos y abogados dicen que sus juicios se llevaron a cabo sin representación legal y después de que los acusados fueran torturados.
Sepideh Qolian recuerda su propio interrogatorio y confesión forzada en 2018, después de que la arrestaran por apoyar la huelga y protesta de los trabajadores en una fábrica de azúcar en la provincia iraní de Juzestán.
Qolian describe en su carta haber sido interrogada por una mujer, de la cual esperaba que fuera más suave con ella que sus interrogadores masculinos ya que "al menos no me agrediría sexualmente".
"la interrogadora "pateó el escritorio y gritó 'pu** comunista, ¿con quién te acostaste?'"
Explica que después de horas de ser interrogada, rogó que la llevaran al baño.
Una vez que llegaron a los baños de mujeres, la interrogadora la empujó adentro y la encerró.
Podía escuchar cómoun hombre estaba siendo torturado y azotado.
"Los sonidos de la tortura continuaron durante horas o tal vez un día, tal vez más, perdí la noción del tiempo", escribe.
Qolian dice que después de salir del baño y privada de sueño después de tres días de interrogatorio continuo, la llevaron a una habitación donde instalaron una cámara.
escribe; Con base en esas mismas confesiones, fue sentenciada a cinco años de prisión.
Qolian termina su carta describiendo las protestas como una "revolución".