Contaminantes en el agua de las cuencas incrementa tras incendios forestales

Ciudad de México | 2022-09-19


A medida que ha aumentado la frecuencia de los incendios forestales, también lo han hecho los contaminantes en las aguas de las cuencas quemadas, afirman los investigadores en un documento de revisión que pone de manifiesto la necesidad de realizar más investigaciones en este ámbito.

"Se han estudiado mucho menos los efectos de los incendios que queman no sólo bosques y praderas, sino también casas, vehículos y otros materiales fabricados por el hombre", afirma Stephen LeDuc, del Centro de Salud Pública y Evaluación Ambiental de la Agencia de Protección Ambiental de EU. "Sólo se han realizado unos pocos estudios sobre los contaminantes movilizados por este tipo de incendios".

LeDuc es coautor del nuevo trabajo, publicado en Water Resources Research, la revista de la AGU para la investigación original sobre el movimiento y la gestión del agua de la Tierra. El artículo examina las tendencias del agua tras los incendios forestales, documentadas en 184 artículos científicos desde 1980. Entre las tendencias identificadas se encuentra que el caudal de los arroyos suele aumentar durante unos años después de un incendio forestal, al igual que los sedimentos y la temperatura del agua. Los nutrientes también suelen aumentar, junto con los metales tóxicos y algunas sustancias químicas orgánicas, que a veces alcanzan concentraciones entre 10 y 100 veces superiores a las de antes del incendio.

Algunas sustancias químicas presentes en el agua tras el incendio, como el arsénico, pueden superar los límites reglamentarios, incluso en el agua potable procesada. Entre los informes citados en la revisión se encuentran los niveles elevados del carcinógeno benceno en el agua del grifo tras la quema de casas y vehículos en la ciudad de Paradise (California). Los investigadores también encontraron mayores concentraciones de metales en las cenizas de estos incendios, lo que podría afectar a la escorrentía.

La revisión concluyó que se ha investigado poco sobre los tipos de contaminantes que provienen de los incendios forestales urbanos. Esto deja a los gestores y planificadores del agua en desventaja a la hora de recuperarse de un incendio.