Alemania | 2023-02-21
Tras las limitaciones por la pandemia del Covid-19, el carnaval volvió a las ciudades alemanas, resaltando las fuertes críticas a la guerra rusa y la dictadura en Irán.
Recientemente se realizó el lunes el Rosenmontag, o ´Lunes de rosas´, con desfiles en las calles. Este es el día más importante en el Carnaval Alemán, especialmente en la zona de Renania, puesto que se realiza antes del miércoles de ceniza, que marca el inicio de la cuaresma para la Iglesia católica.
Los coloridos desfiles abarcaron varios kilómetros, cumpliendo con divertir a los miles de espectadores, sin embargo, también fueron escenario para alzar la voz, denunciar y dar salida a la frustración por todo lo que se está viviendo a nivel político y económico.
Cabe mencionar que el carnaval representa para los alemanes un factor económico, debido a que podría generar una derrama de hasta 2.750 millones de euros en Alemania.
Existen diversas versiones sobre el origen de este nombre, una de ellas infiere que se deriva de las palabras en alemán ´rasen´ y ´toben´, que podrían traducirse como el acto de delirar.
Otra sugiere que hace referencia al color rosa de la túnica que vestían los sacerdotes el domingo antes del miércoles de ceniza.
Una última versión sostiene que se llama así porque en el domingo de las rosas, cuando anteriormente se celebraba a la mitad de la cuaresma.
Era el día que se podía interrumpir el ayuno y el Papa bendecía una rosa dorada, costumbre que posteriormente se adaptaría al lunes de las rosas para iniciar con el carnaval.
Este año resaltaron las críticas mordaces a la guerra de Rusia y a Vladimir Putin, de igual forma se hizo representación al grave impacto del cambio climático.
La fiesta se enfocó específicamente en la crítica a Putin como iniciador de la guerra en Ucrania.
En una carroza fue representada la figura del mandatario besando al demonio, personificando al mal, haciendo clara referencia al beso de Leonid Brezhnev y Erich Honecker.
Destacó la representación del presidente ruso en una tina, en alusión a las muertes que ha dejado el conflicto con los ucranianos.
Diversas carrozas adornadas, sirvieron para escenificar lo que se vive en la actualidad, como la dictadura en Irán, las consecuencias del cambio climático y la supuesta indiferencia de la política hacia los escenarios futuros que este puede provocar.
Sin duda alguna la celebración tan esperada, debido a que es la primera vez desde el inicio de la pandemia que se celebra sin restricciones, se ha convertido en una oportunidad para levantar la voz y denunciar la indiferencia que se vive a nivel mundial.