El Salvador | 2024-02-08
El youtuber mexicano Luisito Comunica, ha viajado por gran parte del mundo y en esta ocasión decidió aventurarse a El Salvador, donde pudo documentar como es la vida dentro del Centro de Confinamiento del Terrorismo, una cárcel de máxima seguridad y la más grande del continente americano.
Luisito Comunica mostró las condiciones en que los reclusos viven, quienes al ser considerados altamente peligrosos, son privados de ciertos derechos, como recibir visitas así como los mantienen completamente aislados del exterior.
El creador de contenidodetalla que se deben superar siete filtros de seguridad, para evitar el ingreso de personas, así como prevenir posibles fugas, lo que él señala que sería prácticamente imposible. Cuenta con muros de nueve metros de altura y una cerca electrificada de tres metros, con el suelo exterior cubierto de grava para escuchar cualquier movimiento que ahí se genere.
Los reclusos también son revisados con tecnología avanzada que detecta la presencia de objetos al interior de sus cuerpos. Además, cada vez que salen de sus celdas para hacer ejercicio deben llevar esposas en manos y pies, además que lo hacen en grupos reducidos y bajo extrema vigilancia.
Las camas en las que duermen son estructuras sin colchones ni sabanas; las luces permanecen encendidas durante el día y la noche, por lo que los reclusos pierden la noción del tiempo, de acuerdo con el youtuber, además el su menú diario no cuentan con ningún tipo de proteína, ya que únicamente les proporcionan, frijoles, tortilla y crema como desayuno, mientras que en la tarde puede variar, pues les pueden poner algún tipo de pasta.
Asimismo, las personas que se encuentran ahí deben realizar todas sus necesidades fisiológicas en las mismas celdas, ya sea asearse, recibir consulta, ir al baño, etc. Cabe mencionar que la cárcel también esta construida con una tecnología para que no haya comunicación de ningún tipo desde ahí dentro.
Luisito Comunica también informó que en su mayoría los reclusos fueron encarcelados desde que algunos tenían incluso 21 años o menos y que aunque pertenecían a "bandos contrarios" estando ahí dentro deben compartir celda y aprender a convivir entre ellos, a diferencia de otras cárceles.