Se lo llevaron a componer un carro y no regresó; así desapareció Gerardo

Veracruz | 2022-08-05

La señora Eva Flores busca a su hijo desaparecido desde hace 8 años, salió a componer un auto y ya no volvió

Dentro de poco más de tres meses y medio, el 22 de noviembre, se cumplirán 8 años de no saber nada de Gerardo Acosta Flores, hijo, esposo y padre que inesperadamente dejó un vacío imposible de llenar en su familia, desde entonces, su mamá, la señora Eva Flores Sosa, en medio de su dolor, lo ha buscado incansablemente.


Encontró apoyo en Solecito

Hace un año la señora Eva ingresó al Colectivo Solecito, un lugar en donde ha encontrado empatía, donde hay muchas madres que la entienden, que comparten el mismo dolor, que como ella quedaron muertas en vida, tras no saber nada de sus hijos.

“Me invitan a las juntas, y el día que puedo voy, porque a veces no tengo dinero ni para los camiones, en alguna venta que hacen, las acompaño, no siempre porque a veces no tengo, soy sola y luego no me alcanza, también ellas, estamos todas al día”, expuso.

“La verdad yo siento bonito, me siento acompañada, entré al colectivo hace como un año y la verdad yo soy muy alegre, hasta la fecha. Al momento que sucedió todo esto yo me morí en vida, pero luego de tomar terapia lo he ido sobrellevando”, compartió.

Reconoció que además de la ayuda policiaca, también las autoridades le brindaron apoyo psicológico.

“Yo tuve cuatro psicólogos, tuve uno por parte del gobierno, de Xalapa, esos que pone Veracruz Seguro, me pusieron uno y tenía que ir a Xalapa. Y aquí en el Regional me pusieron otro, para que me ayudará a salir adelante.  La verdad las autoridades sí me dieron todo el apoyo.  También fui al Seguro Social”, agradeció.

Gracias a su fortaleza y a sus ganas de vivir por sus nietas, decidió pensar bien y sacar los malos pensamientos de su cabeza.

“Un día dije, mejor voy a pensar bien, voy a decir que mi hijo se fue de viaje y que anda buscando trabajo para traer dinero para las niñas, va a regresar y va a traer dinero, así me engañaba yo misma para no pensar en cosas terribles”, indicó.

Fueron dos años de sufrimiento constante, la idea de no volver a ver a su hijo, de no saber qué pasó con él, la fue consumiendo.

“Me tomó dos años de mucho dolor, sufrí mucho, yo estaba comiendo y llorando, pensando cosas terribles, pero pensé que no podía seguir así, porque si yo me moría, la mamá de mis nietas iba a quedar sola, y yo soy su apoyo, pobrecita, le cambió la vida, le dio un giro, entonces yo como puedo le echo la mano”, expresó.

Hasta el momento ha cumplido su promesa de no abandonar a su nuera y a sus nietas.

“Yo le prometí que nunca la voy a abandonar, así esté yo de bastón y no pueda más, sí un peso me encuentro, un peso le doy para ayudarla, así le dije y así se lo he cumplido”, finalizó.

/pn