#QuédateEnCasa: Muchas sombrillas y pocos clientes en zona de Villa del Mar

| 2020-04-18 | Heladio Castro

Pese a la reapertura del bulevar costero Manuel Ávila Camacho al tránsito vehicular este fin de semana, las palapas que reanudaron el servicio reflejan una estampa de desolación, sin clientes, ante la incertidumbre ciudadana por la inminente Fase 3 a causa del coronavirus.


En un recorrido por la zona de playas de Veracruz se constató la presencia de sombrillas en Villa del Mar y del Acuario de Veracruz, pero sin consumidores.


A lo largo de la banqueta los empleados de los restaurantes abordaban a los caminantes y los invitaban a degustar una mojarra frita con arroz y pico de gallo; o un brutal coctel de camarones o de ostiones capaz de levantar muertos, con una cerveza sola o una de las tantas preparaciones con otros productos “dizque para convertir al hombre más impotente en un toro insaciable e inacabable en la cama”.

De nada servía. Sobraban meseros y faltaban clientes.


La sombra del coronavirus, aunada a la camioneta de la Dirección de Gobernación municipal de Veracruz desde cuyo altavoz se invitaba a la ciudadanía a quedarse en casa, pudo más que la tentación por los placeres mundanos, y los pocos caminantes prefirieron apurar el paso y retirarse.


Apenas el viernes autoridades del Sector Salud a nivel federal hablaron de una inminente Fase 3 del COVID-19, aunque no entrará al mismo tiempo en todos los estados de la República Mexicana, sino dependiendo de la situación de cada uno.


Entre tanto los restauranteros y palaperos de Villa del Mar y otras zonas de Veracruz permanecen a la expectativa.


Algunos lamentaron la situación porque como cada año, después del Carnaval, la Semana Santa es el periodo vacacional más esperado por el sector turístico: agencias de viajes, restauranteros, hoteleros; transportistas en sus modalidades de autobuses, aerolíneas y taxis; guías de turistas, además de centros nocturnos, músicos, boleros y otros, y este año no existió porque el coronavirus “lo mató desde antes de nacer”.


“La derrama económica abortó, se malogró, y quizás a lo sumo se podrá rescatar algo de las vacaciones de verano”.


En tanto, el bulevar Manuel Ávila Camacho no es hoy ni la sombra de lo que fue el año pasado.


Propietarios como Víctor René Morales Azamar, de la palapa 'El Buchaca', esperan mejores tiempos y que al menos se pueda rescatar algo de las vacaciones de verano para reactivar la economía que está en franca depresión.