Coatzacoalcos Ver | 2023-08-27
El Observatorio de Finanzas Publicas y Desarrollo Regional señaló que la pobreza sigue siendo un desafío económico y social de gran magnitud en el estado de Veracruz.
Con base en cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), actualmente la población en pobreza en Veracruz suma 4 millones 244 mil personas lo que representa el 52% del total de habitantes del estado.
La mayoría de la población carece de acceso a servicio médico, servicio a vivienda, además de que existe un amplio rezago educativo.
El acceso a la seguridad social es uno de los componentes del indicador de pobreza, de cuyo análisis destaca que 4 millones 998,199 personas, el 61% de la población total se encuentra sin acceso a la seguridad social.
Se entiende que una persona carece de seguridad social cuando no dispone de los mecanismos institucionales que garanticen su subsistencia ante eventualidades como accidentes o enfermedades, o ante circunstancias socialmente reconocidas, como el embarazo en las mujeres en edad fértil o la vejez después de cumplir 65 años o más.
La falta de seguridad social puede aumentar de modo significativo la vulnerabilidad económica de las familias y disminuir su capacidad para enfrentar contingencias, lo que propicia una reducción significativa de su nivel de vida y una gran dificultad para superar su pobreza.
La cantidad de personas con esta carencia coloca a Veracruz en el segundo lugar entre los estados con mayor número de personas en esta situación.
En esta entidad cerca de 4 millones 732,925 personas tienen ingresos inferiores a la línea de pobreza por ingreso, lo cual refleja la desigual distribución de la riqueza en la región ya que este número de personas significa el 58% de la población total de esta entidad.
La línea de pobreza está determinada por el valor monetario de una canasta de alimentos, bienes y servicios básicos cuyo precio promedio es de 3,699 pesos mensuales.
Este problema puede estar relacionado con la falta de empleos bien remunerados y de oportunidades económicas para todos los sectores de la población.
En Veracruz también hay un total de 4 millones de personas sin acceso a los servicios de salud, prácticamente la mitad de la población total.
Estas personas no cuentan con adscripción o afiliación a las instituciones públicas de seguridad social (IMSS, ISSSTE federal o estatal, Pemex, Ejército o Marina, IMSS-Bienestar) o a servicios médicos privados.
Asimismo, hay un total 3 millones de personas sin acceso a servicios básicos en la vivienda.
Se entiende que tanto la falta de atención médica adecuada como la falta de disponibilidad de servicios básicos en la vivienda afectan las condiciones sanitarias y las actividades que los residentes de la vivienda pueden desarrollar y aumenta el riesgo de contraer enfermedades o no poder sanarlas, todo lo cual limita el desarrollo humano de la población.
En este indicador Veracruz ocupa el primer lugar como el Estado con la mayor cantidad de personas con esta carencia.
Actualmente en la entidad veracruzana existen dos millones de personas se encuentran en situación de rezago educativo, es decir, son personas que tienen de tres a quince años y no cuentan con la educación básica obligatoria y/o no asisten a un centro de educación formal.
La falta de acceso a una educación de calidad puede perpetuar el ciclo de pobreza al limitar las oportunidades de empleo y desarrollo personal.
En el comparativo con otros estados en materia educativa se observa que Veracruz ocupa el segundo lugar entre aquellos con mayor cantidad de personas en esta situación.
Los indicadores de pobreza en el estado de Veracruz arrojan luz sobre los retos económicos y sociales que enfrenta la región.
El Observatorio de la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana (UV) dijo que para enfrentar estos desafíos de manera efectiva, se requiere una combinación de políticas económicas inclusivas, acceso a servicios básicos de calidad, inversión en educación y salud, así como la promoción de oportunidades de empleo digno.
La colaboración entre el gobierno, la sociedad civil y el sector privado es fundamental para crear un entorno en el que todas las personas tengan la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida y escapar del ciclo de la pobreza.