Xalapa | 2023-05-16
Pese a la difusión de los derechos humanos, la exigencia de que estos se garanticen y a pesar de las estipulaciones legales y tratados internacionales, la comunidad que se identifica en la diversidad sexual sigue padeciendo discriminación, es blanco de homofobia y de crímenes de odio. Sus derechos humanos son violentados.
Con toda la modernidad de las sociedades en el mundo, en pleno siglo XXI se sigue discriminando y violentando a quienes se identifican en la diversidad.
Este 17 de mayo se conmemora el Día Contra la Homofobia. La conmemoración nace de la necesidad de visibilizar la diversidad, el respeto, la lucha contra la discriminación y el odio hacia las personas que se identifican con la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual, queer y más (LGBTTTIQ+).
El rechazo, discriminación y odio parte de preceptos intolerantes y que no solo no quieren aceptar las diferencias, la diversidad, sino que ejercen discursos, acciones y hasta crímenes contra quienes, en su derecho, se identifican con la comunidad LGBTTTIQ+.
Cada quien tiene derecho a ejercer su sexualidad de la manera que sienta y crea más conveniente y eso no otorga privilegio para juzgar a otros y a otras sujetos de derechos, comentó en entrevista la académica defensora de derechos humanos e integrante del Colectivo Feminista de Xalapa, Montserrat Díaz.
Las mujeres trans y todas las personas que se identifican en la diversidad sexual siguen requiriendo que se les reconozcan y respeten sus derechos, siguen teniendo la misma situación, comentó.
Y es que la discriminación se da muchas veces en el ámbito familiar, pero además, en el ámbito social, laboral, educativo, incluso en el de salud, entre otros.
La situación de discriminación y violación a los derechos humanos suele acentuarse cuando se trata de personas transexuales y transgénero, por lo que tiene que legislarse a favor de las personas que, en la diversidad, tienen cuestiones específicas, para garantizar el respeto y ejercicio de sus derechos, acentuó Montserrat Díaz.
Y destacó: "una especificidad en la condición humana justamente es la elección y las identidades, hay que protegerlas desde sus especificidades, para que lo que sea reconocida sea la diferencia y garantizar el acceso a todos los derechos".
En el mismo sentido, la coordinadora del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres, Estela Casados González, ha advertido que "hay una deuda histórica con las personas transgénero. Regularmente cuando pensamos en personas transgénero, lo pensamos mucho desde el prejuicio que nos crea la transición hacia otras identidades y, sobre ese prejuicio, queremos también argumentar acerca de los derechos humanos de las personas".
De acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Diversidad Sexual y de Género 2021, del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), en México, la población LGBTTTIQ+ asciende a cinco millones de personas. La cifra se traduce en que, en el país, una de cada 20 personas se identifica como población LGBTTTIQ+.
Por entidad federativa, el estado de México concentra el mayor volumen de población lésbica, gay, biisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y más (LGBTTTI+).
El estado de México concentra 490 mil personas de 15 años y más, seguido de la Ciudad de México con 311 mil personas, y Veracruz con 308 mil personas, revela la Encuesta Nacional Sobre Diversidad Sexual y de Género 2021, del INEGI.
El Gobierno de México refiere que "un delito de odio es motivado por intolerancia, prejuicios o animadversión que niegan dignidad y derechos personales y colectivos a aquellos que se estiman diferentes".
En este contexto, el término "crímen de odio" está reservado para los delitos más graves, especialmente homicidios y asesinatos.
De ahí que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) advierte que "la discriminación, violencia y crímenes de odio de los cuales son víctimas las personas lesbianas, gay, bisexuales, travestis, transgénero, transexuales e intersexuales (LGBTI), son flagelos que dañan profundamente a la sociedad y afectan el libre desarrollo de la personalidad y los derechos a la integridad personal, a la igualdad y no discriminación, a la seguridad jurídica, al matrimonio igualitario, a la seguridad social, al reconocimiento legal de la identidad de género, a la protección de la salud y a la vida".
De acuerdo con la sociedad civil organizada, tan solo durante el año 2022 se contabilizaron en el estado de Veracruz por lo menos 26 crímenes de odio contra la comunidad LGBTTTIQ+.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) puntualiza que "las actitudes homofóbicas y transfóbicas profundamente arraigadas, a menudo combinadas con una falta de protección jurídica adecuada contra la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, exponen a muchas personas LGBTQ".
Las actitudes homofóbicas y transfóbicas afectan "a personas de todas las edades y en todas las regiones del mundo. Todas sufren violaciones atroces de sus derechos humanos".