Nexos del crimen y políticos en Veracruz ponen en riesgo a familias de desaparecidos

Xalapa | 2021-07-18 | Bibiana Varela

(EXCLUSIVA) Una cama vacía, corazones rotos y un cúmulo de sueños truncados quedaron en la casa de Yetzi; a 10 años de que fuera secuestrada por hombres armados, su madre solo tiene un ruego, que nace desde lo más profundo de su ser: que su hija por fin le sea devuelta.

Eran las 6:15 de la tarde del 13 de mayo de 2011. Un hombre desconocido se aproximó a la vivienda de Janet González, en la colonia Revolución, y le pidió que saliera.

Ante la extrañeza de la mujer, el joven hizo señas a otras tres personas que se encontraban a bordo de una camioneta, quienes, tras el aviso, descendieron de la unidad portando armas de fuego.

Aterrada, Janet intentó cerrar la puerta; sin embargo, uno de los pistoleros logró empujarla e ingresar.

- ¿Dónde está la muchacha? – preguntó.

- ¡¿Cuál muchacha?! – contestó alarmada.

El hombre se dirigió directamente al baño -donde se duchaba Yetzi- y sacó a la joven, mientras los otros tres delincuentes golpeaban a su madre y a su hijo, que en ese entonces tenía solo un año de edad.

- ¡Al niño no! ¡A mi mamá no!- suplicó.

- ¿Por qué se la van a llevar? ¿Qué hizo? – preguntó, desde el suelo, la angustiada madre.

- Va a estar como una reina, yo se la voy a entregar. Si usted no dice nada, no le va a pasar nada y se la voy a devolver; pero si usted nos acusa con la policía, voy a venir y los voy a descuartizar.

Enjabonada y en paños menores, Yetzi fue sacada de su vivienda; los pistoleros la subieron a la camioneta y su familia no volvió a saber de ella.

 


La última vez fue en la marcha del 10 de mayo, donde dos hombres a bordo de una motocicleta le dieron alcance a su madre Janet cerca de la Plaza Lerdo y la amagaron con una pistola.

Janet teme por su vida y la de su familia; sin embargo, ha jurado no descansar hasta que su hija esté de nuevo entre sus brazos y los culpables paguen por todo el sufrimiento causado.

“La he esperado todo este tiempo y la he buscado; si la llego a encontrar, no me va a alcanzar la vida para estar y disfrutar con ella”.