Orizaba | 2022-05-16 | Nora Gabriela Lira
El doctor Juan Pablo Mendizábal Pérez indicó que solicita al gobierno del estado su reinstalación como médico legista por el despido injustificado que sufrió tras el diagnóstico profesional de violación que emitió en el caso de la muerte de la señora Ernestina Ascencio en el 2007.
Recordó que en ese entonces, por orden del presidente Felipe Calderón el diagnóstico oficial fue de muerte por gastritis crónica, lo que ahora ha desmentido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, instancias que han solicitado la reparación de los daños colaterales.
“A 15 años de este suceso, la Comisión Interamericana y la Comisión Nacional actual ya dieron su veredicto donde aceptan que fue agredida sexualmente la señora, no como lo manifestó el ex presidente Felipe Calderón y también la Fiscalía del Estado ya manifestó que aceptaba la recomendación y aceptaba que la mujer había sido agredida sexualmente, por lo tanto hay una recomendación ahí para que se resuelvan los daños colaterales y soy uno de los principales afectados”, expuso.
El médico indicó que fue despedido por la Fiscalía, pero desde su dictamen comenzó a ser acosado, hasta que con Javier Duarte se dio su despido por órdenes del ex fiscal.
Manifestó que lo que pide es que lo reinstalen en su puesto como médico forense, pues él no cometió ningún error, y también que le paguen lo que le deben, pues cuando lo despidieron no le pagaron por sus más de 20 años de trabajo.
Mencionó que aceptaría una disculpa pública, pero difícilmente se puede resarcir el daño moral que le causaron, pues el señalamiento por parte del entonces presidente del país de que la muerte de la adulta mayor se debía a una enfermedad provocó que no lo bajaran de tonto y torpe.
Ahora, destacó, tras la revisión del caso por parte de la instancia internacional, se llegó a la conclusión que él en su momento dio, que Ernestina Ascencio había sido agredida sexualmente.
Destacó que él agradece al pueblo de Soledad Atzompa por el apoyo que siempre le dieron, pues lo cobijaron y le permitieron laborar ahí.