Veracruz - Boca del Río | 2022-10-30
Desde hace 12 años como embalsamador, José Carlos Aguilar Huesca ha dedicado su vida a brindar un descanso digno a las personas, aquellas que trascienden al siguiente plano y que, en los próximos días, se les rendirá un simbólico homenaje desde el altar de cada hogar.
José Carlos se desempeña como Técnico Embalsamador, profesión en la cual se debe hacer cargo del servicio funerario que la familia del finado en cuestión le solicite, cuyo destino final se traduce en la entrega de la urna con las cenizas o, en su defecto, la entrega del cuerpo al panteón.
"Cuando la familia nos llama, ya sea desde su domicilio o el hospital, acudimos a recoger el cuerpo de la persona fallecida, lo trasladamos a nuestras instalaciones (Memorial) y se procede a embalsamarlo, procedimiento por el cual inyectamos líquidos para evitar la putrefacción del cuerpo".
Asimismo, otro de los procesos en los cuales interviene, es en la agilización de los trámites legales, tales como el acta de defunción y los permisos de traslado, cremación o inhumación, según sea el caso.
Al ser una profesión donde diariamente trata un tema tan delicado como un fallecimiento, la gente le cuestiona a José Carlos por experiencias paranormales, ya que el entorno es propicio para ser el protagonista de alguna historia que involucre la visita de alguna ánima.
"En lo personal, no me ha sucedido algo paranormal. Pero mis compañeros me han contado un montón de historias. Por ejemplo, una compañera estaba limpiando el piso de los nichos y notó que habían marcas de pies descalzos en el suelo, y jamás escuchó que alguien entrara o estuviese con ella".
"De hecho, hay compañeros que han escuchado quejidos, otros escuchan a alguien rezando o, cuando vienen a fumigar las instalaciones, las personas encargadas nos cuentan que siempre ven a una niña. A cada quien le ha pasado alguna experiencia de este tipo, pero a mí no, ninguna", relató.
José Carlos Aguilar dice sentirse lleno por el trabajo que realiza. Confiesa que ayudar a las familias a dar ese último adiós a sus seres queridos, le llena de gran satisfacción, sintiendo la calidez en cada agradecimiento que le es correspondido.
"Ayudarle a una familia en uno de los momentos más difíciles que cualquier puede enfrentar, es una enorme satisfacción. Siempre digo esto, pero cuando la gente nos agradece haber brindado algún servicio, se siente la honestidad en su gratitud. Es algo que me llena y que, la verdad, aún no sé cómo explicar", finalizó.
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