Xalapa | 2022-11-19
"En casa tenemos una silla vacía, una cama vacía que espera que volvamos a tener con nosotros a nuestros hijos", "hace once años comenzó nuestro calvario". Desde el panteón de Palo Verde hasta el centro de Xalapa, familiares de personas desaparecidas marcharon para exigir búsquedas y resultados.
El trabajo de búsqueda recae principalmente en las familias de las personas desaparecidas. Padres y madres, hijos e hijas, familiares, amigos, que siguen buscando desde hace años a sus seres queridos.
Pero se necesitan avances por parte de las autoridades, que haya resultados, "si seguimos aquí es porque no hay resultados ni se ha garantizado la no repetición, hay más personas desaparecidas", reclamaron desde la Plaza Lerdo-Regina de Xalapa.
Este noviembre de 2022 se cumplen once años de la desaparición de varios hijos e hijas buscados por sus madres, padres y seres que les aman. La marcha fue en esta ocasión, por las personas desaparecidas desde noviembre de 2011.
"Año con año el dolor va creciendo más, señor gobernador, no crea que nuestros hijos se nos olvidan, nuestros hijos no son números, no son cifras. Nuestros hijos tienen un nombre, un apellido.
"Tienen una familia que los está buscando. Por favor, entreguen ya a nuestros hijos, búsquenlos, es lo que nosotros queremos, que nos devuelvan a nuestros familiares desaparecidos", expresó la señora Victoria Delgadillo, quien busca a su hija Yunery Citlalli Hernández Delgadillo, desaparecida desde el 28 de noviembre de 2011, junto con 13 jóvenes más.
La petición es clara; aunque las familias hacen búsquedas necesitan recursos para seguir buscando, que se abran espacios y, principalmente, se proceda con la identificación científica genética de los restos que son hallados, para poder hacer la comparación de ADN y devolver la identidad a los cuerpos encontrados que son buscados por sus familias.
"No nos interesan sus políticas, nos interesa que trabajen, porque las familias de los desaparecidos tienen derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación del daño y a la no repetición, cosa que no está sucediendo.
"No queremos que les pase a las familias esto mismo que nosotros estamos viviendo, 11 años de andar buscando, sin justicia, sin verdad, sin reparación", manifestó la señora María Antonieta Muñoz, madre de Guillermo Muñoz Roa, desaparecido el 16 de noviembre de 2011, hace 11 años, en Xalapa.
Y es que no hay avances en la identificación de cuerpos, añade el señor Carlos Saldaña, quien busca a su hijo e hija, Karla Nallely Saldaña y Jesús Alberto Escalada, también desaparecidos desde hace 11 años.
En su caso, en el panteón de Coatepec fueron encontrados dos cuerpos, se trata de un hombre y una mujer, los cuales, refiere, podrían ser sus hijos, pero desde hace 11 meses que fueron encontrados los cuerpos, no le han dado el resultado del ADN.
"Me dicen que el tejido no ha servido para poder extraer el ADN, pero después de 10 años no hay tejido, no se necesita ser perito ni experto en el tema, desafortunadamente nosotros hemos aprendido en esta lucha.
Don Carlos lleva, junto con otras madres y padres, 11 años en lucha. "Mi hija el último día que la vimos y a mi hijo, fue el 29 de noviembre de 2011, el 30 de noviembre de 2011 inició nuestro calvario, hace 11 años. Este 30 de noviembre se cumplen 11 años de calvario.
"Las autoridades no han sabido dar respuestas, no sabemos si se han vuelto cómplices o quién tan poderoso está detrás de todas esas desapariciones en el gobierno de Fidel Herrera y Javier Duarte (...).
"No tienen voluntad, yo de verdad espero que con estas autoridades no pase como con las otras y al rato se les tenga que llamar a cuentas, de verdad deseo que no sea así".
La búsqueda seguirá por parte de las familias, pero la exigencia es que las autoridades gubernamentales hagan el trabajo que les corresponde, tanto de investigación, búsqueda, como resultados para encontrar e identificar a las personas desaparecidas.
"Nosotros hacemos presentes a nuestros hijos, la memoria de ellos está aquí, nosotros los representamos. Piensen -autoridades- en que les conviene que nuestros hijos aparezcan, porque saldarían una cuenta atrasada y se vería entonces la verdad y la justicia, y que están trabajando".