Veracruz | 2021-11-18 | Mildred Lara
El psicólogo José Alberto Hernández García, explicó que la ansiedad, un padecimiento muy común durante estos tiempos de pandemia y confinamiento, se manifiesta con un estado incomodo el cual llega a causar cierto nivel de desesperación, y aún más en edades tempranas, por lo que alertó el uso de celulares en infantes puede llegar a ser un detonante de estrés y ansiedad.
“Darles el celular a los niños es un detonante principalmente para el estrés que en muchas ocasiones lleva a la ansiedad, pues pareciera que el niño está distraído y divertido, sin embargo, es lo contrario, pues se encierran en la pantalla. Los niños deben correr, brincar, caerse, trepar y ese tipo de cosas que por supuesto un celular no brinda”, detalló.
Dijo que el estrés se ve muy reflejado cuando empiezan los berrinches y rabietas por haberles negado el dispositivo, lamentó que en este tipo de ocasiones, muchas vece los padres cedan con tal de que dejen de llorar.
Por otra parte, afirmó que los adolescentes se vieron muy afectados por el encierro debido al cumulo de energía que presentaron tras perder por completo su rutina diaria.
“Como los adolescentes y jóvenes tienen mucha energía es más probable que en estos tiempos de confinamiento se haya disparado la ansiedad en ellos al identificar su sentimiento de estrés e incomodidad con muchas cosas de su alrededor, e incluso él mismo. Es claro que existen muchas actividades para liberarnos, sin embargo deben ir con un especialista, porque la terapia no la sustituye nada ni nadie”, aclaró Alberto Hernández.
Comentó que entre las actividades a realizar para liberar la mente y cuerpo están el ejercicio y la meditación, que van de la mano de una buena alimentación y descanso, sin embargo, puntualizó, es de manera generalizada, pues depende del nivel de ansiedad que se tenga.
Un joven ansioso, alertó, se puede detectar incluso de manera algo fácil, pues se sabe que la mayor parte del tiempo están enojado o de mal humor, por lo que recomendó que los padres tomen tan solo 5 minutos por la mañana para preguntarles cómo amanecieron, cómo se sienten o si realmente descansaron, pues aunque parecen cosas muy sencillas, muchas veces los padres lo ignoran, lamentó.
Dijo es muy importante que pongan más atención en sus hijos pues, un joven ansioso es probable que se convierta en un adulto depresivo sino se atiende.