Xalapa | 2023-05-10
"El mejor regalo sería que el gobernador nos entregara a nuestros hijos", pidió entre lágrimas Alicia Sánchez, quien desde hace casi un mes comenzó a vivir una de las peores pesadillas de toda madre: la desaparición de su hija.
Eran cerca de las tres de la mañana del pasado 20 de abril. Alicia dormía plácidamente en su casa cuando, de pronto, el teléfono la despertó abruptamente.
Al otro lado de la línea reconoció la voz de una de sus hijas, quien en medio del llanto incontrolable, dio a su madre una noticia que cambiaría su vida por completo.
Alicia no podía creer lo que acababa de escuchar. Hombres armados irrumpieron en la casa de su hija Ivet Salas Sánchez, ubicada en la calle San Agustín de la colonia Hernández Ochoa, privándola de la libertad.
Alicia rápidamente se movió a la Fiscalía General del Estado (FGE) para interponer una denuncia por desaparición; sin embargo, lo que no sabía es que su calvario en la búsqueda de su hija apenas estaba por iniciar.
"Ya son más de 15 días y no tengo noticias del paradero de mi hija. En la Fiscalía primero no nos quisieron recibir la denuncia. Para que nos pudieran atender tuve que ir a Derechos Humanos", dijo con indignación.
Luego de la solicitud de intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), cinco días después de la desaparición de Ivet la FGE finalmente recibió la denuncia; no obstante, esta fue asentada en un área que no correspondía, lo que atrasó aún más las indagatorias del caso.
"Nada más traen la carpeta de un lugar a otro y no hacen nada. Ya son muchos los desaparecidos y no es justo, porque cuando a ellos les desaparecen a un familiar, antes de las 24 horas los encuentran, ¿y nosotros qué?
"Nosotros que votamos por tener un gobernador que decía que iba a venir a acabar con todo lo que el PRIAN dejó y ahorita estamos peor, porque la inseguridad está a más no poder", reclamó.
Ivet Salas Sánchez, de 33 años, es madre soltera. Conocida como la ´Payasita Borolita´, se dedica a la animación de eventos infantiles; además, vende tortas, hamburguesas y ropa para poder sostener a su familia.
De acuerdo con su madre, ella no había recibido ninguna amenaza, por lo que temen que pudiera haber sido confundida por los sicarios que se la llevaron.
Ahora, una pequeña de tan solo siete años de edad aguarda por ella. La niña actualmente se encuentra bajo el cuidado de su abuela, quien ha preferido ocultarle la verdad acerca de su madre a clavar la estocada en su pequeño corazón.
"Le decimos que su mamá está en un curso, ¿pero hasta cuándo vamos a poder sostener esta mentira?", se cuestionó con angustia.
Para Alicia, el Día de las Madres ha cobrado un nuevo significado. "No hay 10 de mayo para mí... no hay nada que celebrar", se repite una y otra vez.
Los regalos y los desayunos sorpresa han quedado en el pasado, pues ahora, su único deseo es encontrar a su hija y tenerla de nuevo entre sus brazos.