Xalapa | 2021-07-04 | Ariadna García/Redacción
El arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios deploró que mientras no cede la pandemia por COVID19, los antros en Xalapa están a todo lo que dan en cupo.
Durante la homilía dominical, el religioso criticó que este sábado como a las diez de la noche pasó por el barrio de San José, donde operan bares y estaban llenos de jóvenes despreocupados de la pandemia.
Asimismo comentó que en este momento tres religiosos de la Arquidiócesis se contagiaron de coronavirus y están en tratamiento médico.
Por otra parte, para Hipólito Reyes Larios, hay sectores de la población que buscan construir una nueva Torre de Babel e imponer una moralidad como la de Sodoma y Gomorra.
Expuso que en la actualidad Jesucristo es rechazado por algunas personas, pues se ha intentado reducirlo a un personaje histórico del pasado que ya no tiene importancia para la vida moderna.
Además, refirió, junto con él se rechaza a su iglesia y se exhiben los pecados de sus pastores y feligreses para restarles autoridad moral y poder así imponer ideologías relativistas, seculares y hedonistas.
“Que no reconocen al creador del universo ni respetan las leyes de la naturaleza, sino que endiosan la tecnología, la economía, el laicismo y la decisión de la voluntad humana para construir una nueva torre de babel e imponer una moralidad como la de Sodoma y Gomorra”, dijo.
Agregó que los que son cristianos, seguidores de Jesucristo, deben atestiguar la verdad del evangelio a pesar de los rechazos y las descalificaciones de quienes promueven la cultura de la muerte y la corrupción moral.
“Legalizando el aborto, la eutanasia, el libertinaje sexual, el abuso de los recursos naturales como el agua, la vegetación y el uso lúdico de las drogas, como ahora tenemos de moda que se está legalizando el uso de la marihuana, y cuando se empieza después viene una situación ya más complicada”, dijo.
Refirió que la actitud de Jesús y los profetas, es ejemplar para la iglesia y los cristianos llamados a ser testigos de la verdad, “a hacer no solo lo correcto, sino lo moral, lo ético, hablar con claridad sobre la religión, la cultura y el comportamiento humano, a llamar bien lo que es verdaderamente bien y mal lo que está mal, aunque para ello tengamos que remar siempre contra corriente”.
Agregó que esto ha sucedido siempre en la historia de la iglesia, “el cristianismo siempre ha sido rechazado en todas las etapas de la historia; sin embargo, la verdad de Cristo y su presencia se va imponiendo”.