Xalapa | 2023-03-06
Seguridad, empleo y más oportunidades es lo que piden las mujeres xalapeñas en el Día Internacional de la Mujer, quienes acusaron que aún persiste la cultura machista en Veracruz y el país.
A través de un sondeo realizado por Imagen del Golfo, las habitantes de la capital veracruzana señalaron que las condiciones para las mujeres, lejos de mejorar, han empeorado, pues actualmente muchas de ellas continúan siendo víctimas de agresiones, desapariciones y hasta feminicidios.
"Está muy peligroso todo para las mujeres. Pese a todos los esfuerzos que se han hecho, todo sigue igual", lamentó la señora María Isabel Alonso.
La percepción de inseguridad también se siente en los sectores más jóvenes, como en el caso de Alondra Vélez, una adolescente de 16 años que ha tenido que aprender a defenderse para evitar ser víctima de alguna agresión.
"Mis papás me inscribieron en clases de defensa personal porque salgo ya en la noche de la escuela y me voy sola a mi casa. Y la verdad sí me da miedo, porque luego está muy solo y si alguien me quiere hacer algo, no va a haber nadie que me ayude", relató.
Pero la inseguridad no es lo único que padecen las mujeres, sino también la desigualdad económica y la falta de oportunidades para ellas.
Así lo reveló Isaura López, quien destacó que, en ese rubro, la situación cada día está más difícil para la mujer, pues casi todas las oportunidades laborales son otorgadas a los hombres.
Isabel Sánchez coincidió con ella, aunque resaltó que, pese a que cada vez más mujeres han logrado ocupar puestos importantes en el país, todavía persiste la cultura machista.
"Se necesita un cambio de mentalidad, porque muchas mujeres ya nos representan, pero hay mucho machismo y eso hace que, aunque haya mujeres dentro del poder, no puedan hacer lo necesario para lograr un cambio", acusó.
Ante este panorama, algunas de las xalapeñas entrevistadas coincidieron con que la solución está en la casa, pues es justo ahí donde se tiene que empezar a cambiar la forma de educar para eliminar el machismo de una vez por todas.
Una de ellas fue la señora Gaby, en cuyo hogar no existen diferencias entre los derechos y obligaciones de su hijo e hija.
"En mi casa se les inculca que los dos son iguales, que pueden hacer lo mismo a la par. Desde ahí todo cambia".
Solo así, dijo, se podrá lograr una equidad e igualdad real en el país.