México | 2024-06-25
Es poco posible que Petróleos Mexicanos produzca algún tipo de combustible para motores comercialmente viable en su nueva refinería Olmeca antes de que finalice el presente año 2024, declararon cinco fuentes al medio Expansión, a pesar de la presión que hay para que ésta entre en operaciones al finalizar el mandato de Andrés Manuel López Obrador.
El presidente de la República inauguró la refinería con capacidad de procesamiento de 340 mil barriles diarios (bpd) en julio de 2022 y construida en el estado de Tabasco, calificándola como "crucial para la autosuficiencia energética de México".
No obstante, los retrasos en la construcción de la refinería en el puerto de Dos Bocas, cuyo precio ha incrementado a más del doble en unos 16 mil 800 millones de dólares, lo que significa que dependerá de la sucesora al Ejecutivo de México, Claudia Sheinbaum Pardo, que este proyecto se concluya al 100 por ciento cuando asuma el cargo.
Apenas la pasada semana, el director general de la paraestatal, Octavio Romero Oropeza, insistió que la refinería operaría "a plena capacidad" en el mes de julio.
Actualmente, cinco fuentes familiarizadas con las operaciones explicaron a Reuters que esos objetivos planteados eran imposibles de cumplir en ese plazo, además de que se habrían exagerado los avances de cara a las elecciones presidenciales del pasado 02 de junio. Sin embargo, ni Pemex ni la oficina del presidente dieron respuesta a las peticiones de comentarios.
Dos fuentes con conocimiento detallado de las operaciones señalaron que los ingenieros continuaban laborando en partes separadas de la refinería y que, luego enfrentarán el reto aún mayor de unirlas. Otra de las fuentes, un ingeniero, describió este último paso como un proceso muy complejo y "agonizante" de ensayo y error que lleva meses.
Asimismo, otro ingeniero detalló que en el escenario más optimista, la primera de las dos líneas de producción de la refinería estaría lista entre octubre y noviembre del presente.
"Técnica y operativamente van muy bien, el problema son las expectativas creadas", aseveró. También agregó que la información compartida públicamente por los funcionarios no toma en cuenta "criterios técnicos" sobre el funcionamiento de una refinería.
Diversos funcionarios de la petrolera nacional habían intentado demostrar que la refinería se encontraba en funcionamiento llevando un cargamento de un destilado con alto contenido de azufre a la refinería Olmeca para transformarlo en diésel de ultra bajo azufre (DUBA), pero éste no se produjo a partir del petróleo crudo, como está previsto cuando la refinería entre en operatividad.
Las partes que todavía necesitan desarrollo incluyen la planta de craqueo catalítico, donde las fracciones pesadas del petróleo se convierten en productos más ligeros, así como la planta de hidrodesulfuración, donde se elimina el azufre a altas presiones y temperaturas. Otro reto para los ingenieros será la planta coquizadora, la cual procesa los residuales, según la fuente.