¿Y qué esperaban los priistas porteños?

Veracruz | 2022-01-15 | Silverio Quevedo

Parece ilógico que los militantes del tricolor hayan creído en los Santos Reyes y su esperanza la hayan fincado en una alianza de papel, pero que al final, solo resultó con beneficios para los dirigentes del PRI, o lo que queda del mismo, en Veracruz.

Particularmente para sacar adelante la elección en el puerto, donde el PAN, ganó apenas con una nariz frente a Morena, y que incluso se debió definir en los tribunales.

Y es que este viernes, los ilusos simpatizantes de lo que otrora fuera el poderoso partido con un régimen en el gobierno estatal de más de 80 años, se manifestaron contra la exclusión de que han sido objetos principalmente en puestos y cargos a los que aspiraron al ganar en alianza con PAN y PRD la alcaldía de Veracruz.

Un grupo de simpatizantes que, según ellos, dijeron encabezar a unos 85 líderes de colonias en el Puerto rompieron públicamente con sus dirigentes estatal y municipal Marlon Ramírez y Carlos Troncoso, respectivamente.

Entre sus argumentos fueron precisamente el que no hayan sido tomados en cuenta y porque piensan que sus líderes se quedaron con la repartición y a ellos simplemente los dejaron fuera.

“Nos deslindamos de Marlon Ramírez, presidente del Comité Estatal; de Carlos Troncoso, presidente del Comité Municipal, de la diputada local pluri Anilú Ingram; de la excandidata Carolina Gudiño, de la actual regidora municipal Belem Palmeros, así como el coordinador municipal, Daniel Galindo y del grupo de la diputada federal Lorena Piñón”.

El que encabezó la rebelión de los supuestos 8 decenas de líderes de colonias, que para ser honestos, no se vieron en campaña, fue Andrés Martínez Saavedra, militante del PRI en el municipio y quien dijo que confiaba que se le incluyera en las plazas municipales para obtener una chamba.

Pero eso sí en sus declaraciones y como manifiesto de los inconformes señalan que solo desconocen a los líderes de su partido más no de la institución política, por lo que se auto declararon como un grupo autónomo dentro del PRI, es decir, estarán dispuestos al mejor postor.

Andrés Martínez pidió a los priistas disidentes y autónomos a que respete tanto el municipio como los representantes del PRI ante el ayuntamiento para que no bloqueen las actividades que desarrolle este grupo disidente autónomo que conforman 95 líderes y presidentas de sección en la ciudad.

MARLON. DESDEÑADO POR LOS YUNES

Después del triunfo en el Puerto de Veracruz por poco más de un punto porcentual cuentan, que el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, buscó reunirse con Miguel Ángel Yunes Márquez.

Su intención era buscar al esposo de la entonces virtual ganadora Paty Lobeira de Yunes para felicitarla por el “apretado” triunfo y lógico ir viendo que parte del “pastel” le iba a tocar a su partido.

Pero cuentan los biógrafos del presidente del CDE que ni en la etapa de la transición ni ahora, ya como gobierno, se ha dado el encuentro.

Y es que en su primer círculo el exregidor porteño habría confiado que no se ha dado la audiencia y que solamente hablaba con el hoy exalcalde Fernando Yunes Márquez, pero no con su hermano Miguel.

Justamente ha corrido la versión de que el primogénito del exgobernador Miguel Yunes está molesto con Marlon Ramírez porque no cumplió con los votos prometidos para que su cónyuge pudiera ganar por un margen más holgado, pues apenas y colaboró con 8 mil 569 votos.

Una cifra que solo viene a comprobar que el dirigente solo le vendió “espejos” al clan yunista, pues quedó demostrado que nada más queda el “cascaron” de lo que un día fueron.

Y es que en el 2017 cuando se desarrolló la penúltima elección municipal en el puerto jarocho el PRI por sí mismo cosechó 21 mil 899 sufragios, es decir, cuatro años después perdió 13 mil 330.

Los más críticos de Ramírez Marín van más allá y señalan que su dirigente sacó la “uña” y no entregó toda la lana que recibió de la familia Yunes para la operación política, siendo una de las razones por las que se cerró la contienda.

En consecuencia en el gabinete de Patricia Lobeira no hay posiciones del jefe estatal del tricolor al menos no en las direcciones.

De hecho hay dos “priistas” que lograron “colarse”, uno fue Carlos Sosa Ahumada, quien fue nombrado como director de Desarrollo Agropecuario, pero el boqueño desde el 2018 había abandonado el “barco” y se la jugó abiertamente con el PAN.

El otro con cargo de director es Jorge Bobadilla, quien asumió como director de Gobernación, pero su cuota se la ganó en las fases de las impugnaciones de Morena cuando ayudó a los Yunes a resolver varias de ellas, ya que ese cargo tuvo en el OPLE en la campaña del 2016.

De manera que es evidente que Marlon Ramírez se encuentra minimizado tanto por sus aliados como por sus propios correligionarios, poniendo en tela de duda su liderazgo.

¿Será por esa la razón de que este grupo de militantes priistas que encabezan 85 líderes de colonias en el Puerto rompieron públicamente con sus dirigentes estatal y municipal Marlon y Carlos Troncoso?