Veracruz | 2022-03-26 | Francisco Ávila Camberos
A estas alturas del sexenio, cuando faltan casi tres años para que concluya, no faltan los que por convicción sincera o por conveniencia propia empiezan a mencionar a posibles candidatos a la presidencia de la república para que los postule el bloque opositor y compita con quien resulte candidato(a) de MORENA.
Siguiendo con la costumbre de reciclar descendientes de políticos con apellidos conocidos, hay quien desde diversos medios proponen a Enrique de la Madrid Cordero y a Luis Donaldo Colosio Riojas.
Creo que esto constituye un error de nuestro sistema político. Adelantar demasiado los tiempos les provocará a ambas personas un desgaste innecesario y además desatará una ofensiva en su contra de quienes los consideren rivales.
Además, hasta ahora ninguno de ellos ha brillado con suficiente luz propia como para aspirar a un cargo tan importante.
La idea de reciclar a personas descendientes de políticos, nunca ha dado buenos resultados para la nación. La inteligencia no siempre se hereda, ni la capacidad y la sagacidad bien entendida, tampoco.
Hay quienes ven a de la Madrid como alguien preparado. La realidad es que hasta ahora no ha sido ni alcalde, ni gobernador como para haber demostrado ser un político con capacidad suficiente como para conducir a una nación. A su papá se le consideró en su época, como un político gris que en momentos difíciles, cuando los sismos del 85, no supo estar a la altura del momento que requería México.
En cuanto al joven Colosio, habrá que ver primero qué resultados dará como alcalde de Monterrey. Posiblemente después se evaluaría que tan buen gobernador podría ser de Nuevo León si los ciudadanos de esa importante entidad le dieran el voto para llegar al cargo.
De hacer un excelente papel, sería tal vez un buen candidato para el 2030.
Pretender hacernos creer, como algunos ya lo intentan, que el país le debe algo porque desafortunadamente asesinaron a su padre, resulta un error.
Luis Donaldo Colosio Murrieta era miembro del sistema. Podría suponerse que tal vez habría hecho algo distinto, pero no demasiado. El sistema vigente entonces cambiaba un poco en la fachada y en las formas para mantenerse vigente, pero en el fondo no cambiaba gran cosa.
Por eso sobrevivió tanto tiempo el susodicho sistema.
En mi opinión deberíamos esperar un poco más y sobre todo, buscar otras opciones entre la ciudadanía. Escojamos a personas menos comprometidas con los partidos y más con nuestra patria. Necesitamos gobernantes preparados, con visión de futuro, que no solo vean hacia adentro, sino también hacia afuera. Que además se rodeen de los mejores y sobre todo que sean honrados y conciliadores. Que entiendan que para repartir la riqueza primero debe de crearse.
Dejemos de reciclar apellidos, postular cantantes, actores y deportistas o seguiremos igual.
Dicen algunos pesimistas que no hay ciudadanos con esas características. Discrepo rotundamente. Suponiendo sin conceder que sólo el 1% de la ciudadanía tenga capacidad para dirigir a México, estamos hablando de que hay 1.3millones de mexicanos de dónde escoger.
Si no fuera el 1%, sino el uno al millar, habría 130,000 ciudadanos de dónde escoger.
Si fuera 1 por cada diez mil, serían 13 mil personas que podrían hacer su mejor papel para poner a México en el primer mundo.
Si fuera 1 por cada 100 mil, habría 1,300 personas de donde escoger.
Materia prima sí existe. Solo hay que buscarla, animarla y apoyarla. Hay que seguir el ejemplo de Diógenes, sacar la lámpara y salir a encontrarla.
¿No les parece a ustedes?.
Muchas gracias y feliz fin de semana.