K.O. Lima Lama

Veracruz | 2020-05-10 | Agustín Gálvez

Me decía mi padre durante mi infancia, “si los problemas tienen solución, ¿de qué te preocupas? y si no tienen solución ¿de qué te preocupas?, en si aunque pareciera una observación irresponsable, yo lo veo desde otra perspectiva, no se trata de tener una actitud liviana y despreocupada, sino mas bien, no afanarse o sobre preocuparse de las cosas, al grado de que para muchos llega a causar angustia o depresión, más bien hay que ver los problemas más que como simple problemas, más bien hay que verlos como proyectos de solución.

No importa por lo que estemos pasando, se fuerte, la fortaleza es la columna vertebral que nos sostiene de pie, ANIMO, no te dejes vencer por nada ni por nadie, recuerda que nada es para siempre, si las cosas y los momentos que estas atravesando son buenos, disfrútalos, si los momentos y las cosas son malos, no te deprimas, pasaran, nada es para siempre, todo es temporal, se fuerte, cada cosa pasara, cada momento cambiara, depende mucho de ti, como quieras que pase o cambie, pero piensa siempre, que en algún momento de tu vida, todo mejorara, no te dejes deprimir, tu puedes hacer de tus días lo que tú quieras que sean tus días, aprovéchalos, vívelos, valóralos, pero sobre todo, disfrútalos, siempre sonríe, pues la sonrisa tiene magia, vence tus miedos, llora si tienes que llorar, desahógate, saca todo lo que te lastima, pero nunca te dejes caer, levántate y sigue luchando, pues solo en la contingencia sabrás de lo que realmente eres capaz de ser, no existe nada que no puedas vencer, sobreponerte o salir adelante, se resiliente, crece y nunca retrocedas, ni para tomar impulso.

En estos tiempos de contingencia, he visto un sin número de casos de personas y de familias que a pesar de todo lo que están enfrentado aunado a una pobreza extrema, son personas que se siente afortunadas de lo que tienen y de lo que son, familias que si un día tienen solo un poco de arroz para comer, dan gracias por ese plato que pueden compartir en familia,  en especial hubo un caso que me movió el corazón, un padre de familia que contaba cómo se quedaba en el traspatio de un restaurant, velando, decía el, cuando sacaban los desechos, muchas veces los muslos enteros, solo les daban una mordida y los dejaban, rápidamente tomaba todo eso y algunos los comía yo, siempre tenía hambre, pero otros los llevaba a casa a compartir con la familia y a veces hasta con los vecinos, mismos que muchas veces le decían, ¿Qué basura es esta? Pero el amigo que les compartía les decía, eso es bendición, gracias a Dios tenemos que comer, no todos saben valorar lo que tienen, algunos que nunca les han costado las cosas, no saben lo que tienen ni lo valoran, pero no tener nada que comer, te hace valorar el más simple de lo bocados, pero lo más sorprendente es ver cómo este hombre se sentía altamente bendecido y decía, nosotros tenemos que comer, hay otros que son pobres que ni pa’comer tienen, a ellos, los mas pobres, necesitamos ayudarles.

En todo esto veo algo aun mucho más grande, a eso que se le llama, bendita actitud, voluntad de acero y grandeza de espíritu y de corazón, ver como los pobres se compadecen de los más pobres y como pueden agradecer por lo poco que tienen y compartirlo aun con los más necesitados,

Yo a esto le llamo lección de vida, no nos lamentemos por lo que carecemos, más bien agradezcamos por cuanto tenemos, una cama en donde dormir, un techo en donde vivir, en plato de comida que compartir y degustar, salud, alegría y sobre todo, personas que nos aman y se preocupan y se ocupan por nosotros.

No importa por todo aquello que estemos atravesando y nos lastime, nada es para siempre, cada mañana no solo es un día más, cada mañana es una nueva oportunidad y como siempre les digo a mis alumnos, aliméntate bien, has deporte, ten buenos pensamientos que esto te ayudara en mucho a tener buena actitud, ama a tu familia y principalmente amate tu.

ko-limalama@hotmail.com

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