Veracruz | 2020-03-12 | Tomás González Jiménez
Desde hace muchos años se han realizado movimientos femeniles, con la finalidad de alcanzar la igualdad de género, pero ha hecho falta puntualizar y exigir que se cumplan esas aspiraciones de las mujeres, a las que indiscutiblemente tienen todo el derecho del mundo, situación que se inició prácticamente cuando surgió y se desarrolló el género humano.
Desde entonces se le consideró al ser femenino como el más exquisito y delicado ser creado por la divinidad, y a quien se le debería colocar en un altar para respetarla y adorarla, pero quizá se haya hecho al principio de la humanidad, pero fueron transcurriendo los siglos y todo empezó a cambiar en cuanto al trato que se le debería dar, hasta llegar al grado en la época actual, donde el trato hacia ellas degeneró de tal forma que ha provocado desigualdad en todos sentidos.
En forma ventajosa, el hombre fue imponiendo todos sus caprichos, juntamente con un trato totalmente desigual hacia ellas, donde también se hizo sentir la irresponsabilidad de los varones en todo sentido, se les ha tomado como seres a los que no debe darse oportunidad de ocupar los lugares de los hombres, reforzando así lo que ahora se le llama la desigualdad de género.
La época y los tiempos han cambiado y ahora tal parece que ellas sí deben ocupar el lugar que les corresponde estableciendo la igualdad de género, donde ellas como ellos, deben compaginar la vida, y darles el lugar a que tienen derecho y olvidar que sean seres incapaces, pues son todo lo contrario, son seres humanos en muchos casos, más capaces y honradas que el hombre.
Se debe reconocer, aceptar y sobre todo respetar a las mujeres en todos sentidos, para que tengan la más amplia oportunidad de desarrollarse plenamente en la vida de la humanidad, pues forman parte importantísima de ella, y así complementar el desarrollo que en esta nueva época, que se debe reconocer también que todo ha cambiado.
Tanto la mujer como el hombre, no deben olvidar a los hijos, pues como lo hemos asentado en estos espacios, que la situación ha obligado a los dos a salir a trabajar, pero tal parece que se están olvidando ellos, revistiendo así una situación muy peligrosa, teniendo como resultado el surgimiento de jóvenes que están tomando caminos equivocados.
En un ambiente de cordialidad, de puntualizar la nueva actitud que está tomando la mujer, estableciendo todos los aspectos que sean necesarios desde el punto de vista legal, en las leyes, en todas las actividades en que se está desarrollando la mujer, en todos los centros de trabajo donde participa, dándole todas las oportunidades que sean necesarias para realizar esos trabajos con toda responsabilidad que han demostrado que tiene.
Es verdad de que ya se vienen dando con hechos la igualdad de género, pero aún falta mucho, y eso se debe sembrar desde la propia familia, en los centros educativos, en el seno de las autoridades municipales, federales, para que se vayan obteniendo frutos.
Pero ahora sobre todo, perseguir a todos aquellos hombres que aún vienen atentando en contra de ellas, a través de acciones negativas que vienen llegando hasta el asesinato, y en fin, puntualizar en las leyes, pero sobre todo en las acciones, aplicando esas leyes con todo rigor.