Veracruz | 2021-05-26 | Marco Antonio Medina Pérez
No dejan de asombrar las declaraciones del senador Ricardo Monreal acerca de la decisión del Tribunal Electoral de Veracruz de declarar inelegible a Miguel Ángel Yunes Márquez al puesto de presidente municipal del puerto de Veracruz.
En su determinación de respaldar a Yunes Márquez, Monreal aboga por el principio elemental del derecho humano de votar y ser votado. Y en paralelismo insólito equipara este asunto con la determinación del INE sobre Guerrero y Michoacán. Nada de esto se sostiene, con todo respeto para el senador Monreal.
El derecho humano a votar y ser votado parte de la premisa de elegibilidad. No puede ser votado alguien que no reúne los requisitos que la ley establece. De otra manera, cualquiera que viniera por su sólo deseo a presentarse ante las y los ciudadanos, sin reparar en las formulaciones requisitorias que genera la ley, podría en automático ser candidato. Así, cualquier funcionario público podría ampararse en el derecho humano a ser votado, a pesar de la prohibición que establece la normatividad vigente a serlo sin separarse del cargo en un tiempo determinado. De igual forma, un recluso podría reclamar ese mismo derecho a pesar de estar purgando una sentencia.
En México ya se han eliminado algunos requisitos, por ejemplo, el de ser hijo de padres mexicanos para aspirar a ser presidente de la República. Pero nadie avaló nunca, cuando ese requisito estaba vigente, que se violara la ley basándose en el derecho humano a votar y ser votado. Por el contrario, este requisito se tuvo que cambiar a fin de que, ahora sí, se permita a los mexicanos con padres no mexicanos aspirar a ser candidatos a la presidencia de México.
Por otro lado, son muy diferentes los casos de Guerrero y Michoacán, que afectaron perniciosamente a MORENA. Aquí se utilizó una rigurosa regla, conferida a un órgano del INE, la Comisión de Fiscalización, que se ha usado con distinto rigor en los procesos electorales pasados, sin que se haya aplicado nunca la nulidad de ninguna candidatura. Esta regla impone a los partidos a presentar sus gastos de precampaña, aun cuando no existan precampañas en el partido, como ocurre en el caso de MORENA.
En el tema veracruzano se aplica un precepto de ley. En el de Guerrero y Michoacán la justificación es reglamentaria, para lo cual nunca se establece como sanción la pérdida del registro.
Asombra que un conocedor del derecho como lo es el senador Monreal, establezca un paralelismo entre los ejemplos de Michoacán y Guerrero con el asunto del puerto de Veracruz. Se trata de dos temas con causales diferentes. Entonces los veracruzanos tenemos el derecho a preguntarnos, por qué el Senador Monreal asume una defensa en contra de lo que ha impugnado su partido en Veracruz.
Creo que es pertinente la duda, sobre todo para los militantes de MORENA en Veracruz, que han batallado en todo momento contra la mafia veracruzana del poder representada ahora por la perversa coalición de intereses llamada “Veracruz Va”. Es como si a nivel nacional se apoyaran los argumentos de “Va por México”, es decir, se respaldaran los acalorados juicios contra el presidente de la República que un día sí y otro también emiten el PAN, el PRI y el PRD, en ansiosa sincronía.
Aquí sí cabría preguntarle al opinante Monreal sobre temas veracruzanos, ¿cuál es la congruencia que debe existir para un día ser fiel defensor del presidente Andrés Manuel y otro congeniar con sus enemigos en Veracruz?
marco.a.medinaperez@gmail.com