Mano negra contra Ahued

Veracruz | 2020-02-12 | Silverio Quevedo

Aunque es otro de los funcionarios que pareciera haberse distanciado de Veracruz al menos presencialmente para precisamente no encontrarse en el ojo de la grilla, de nada le ha valido. Y es que primero se le acusó de ser uno de los que estaba moviendo el tapete en Veracruz, y ya le había ganado la ambición política.


De esto, no pasó de ser solo versiones y señalamientos superficiales pero de que se le ha querido quemar está claro, y es que al director de Aduanas, Ricardo Ahued Bardauil, se le ha enlistado como uno de los prospectos no para disputar la gubernatura en el 2024, sino de anticiparse como relevo estatal.


A tal grado que se debió placear en palacio de Gobierno y permitir que las cámaras lo fotografiaran y filmaran para desestimar todo tipo de comentarios mal intencionados, pero parece al hidalguense asentado en Xalapa de donde fue alcalde, esas acciones no le fueron suficiente.


Ahora ha sido enlodado hasta el cuello por la incursión en la dependencia que dirige, de dos priistas, ex funcionarios o políticos que desempeñaron diversos cargos en el sexenio de Javier Duarte.


Y es que se asume como si esto fuera un delito, lo cual no implica que sea una sentencia o una maldición emplear a quienes trabajaron en otros sistemas con otra corriente ideológica, lo malo es que tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como el gobernador Cuitláhuac García advirtieron que ningún duartista o fidelista estaría en sus filas.


A Oliver Aguilar Yunes quien por cierto ya estaba en el sistema de Administración Tributaria antes del nombramiento de Ahued y al ex alcalde de Perote, Juan Manuel Velázquez Yunes, a quien se le señala de despojar herencias a sus familiares, no se les puede satanizar al grado que se ha hecho en los últimas horas, como si los hubiera “chupado el diablo”, se les debe investigar para saber si efectivamente han vivido de la corrupción.


Y de ser así, enjuiciar y castigar como lo ha hecho la 4T desde que llegó al poder. Sea o no el golpe ya está dado.


Pero por otro lado, el alto funcionario veracruzano bien debería prepararse pues estos no serán los últimos ni los primeros. Pronto seguro que habrá más sorpresas de los que ha cobijado en sus filas. Debe andarse pues, con pie de plomo.



MUY EN CORTO


MIGRACIÓN EN LA SEGOB. Algo extraño ha sucedido en la Secretaría de Gobierno que es de donde más han emigrado funcionarios para ascender políticamente en esta administración de la Cuarta Transformación.


El primer caso fue el de Gonzalo Medina Palacio que en marzo del año pasado salió de la Segob donde se desempeñó como secretario técnico del grupo de Coordinación de la Mesa de Coordinación Estatal para la Pacificación en el estado de Veracruz.


Y es que el ex agente del Ministerio Público fue nombrado por el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, como delegado de la FGR en Veracruz.


El segundo desprendimiento se dio en Septiembre del 2019 cuando la Comisión Permanente del Congreso Local nombró a la entonces directora jurídica de Segob, Verónica Hernández Giadáns, como encargada del Despacho de la Fiscalía General de Veracruz, pues antes habían destituido temporalmente  a Jorge Winckler Ortiz, hoy prófugo de la justicia.


La última salida fue la de Fernando Quirarte Vargas que se desempeñaba como director general de Gobernación en el área que tiene a su cargo la política interna del estado.


Y aunque por ahí mencionaron que lo renunciaron por un tema de acoso sexual a una subordinada lo cierto es que trascendió que fue invitado por el Gobierno federal para ser el delegado de Gobernación en la entidad.


De manera que todo indica que están desmantelando a la Secretaría de Gobierno cuyo titular Eric Cisneros Burgos ha tenido que ceder gente de su equipo para otros roles o funciones de la estructura que gobierna Veracruz.


En política, también dentro del sospechosismo, se le puede llamar que hay manos que mecen la cuna, pero dicha fama puede no convenirle al responsable de esa dependencia, debido a que entonces algunos colaboradores buscarán que sea precisamente quien los acomode o los impulse a nuevas posiciones, si es que fuera el caso.