Las buenas intenciones

Veracruz | 2022-04-23 | Francisco J. Ávila Camberos

Asistí ayer viernes a una reunión convocada por la sociedad civil, donde estuvieron presentes la  senadora Indira San Román y el senador Damián Zepeda para explicarnos la problemática que vive el país y las alternativas de solución que proponen desde el Senado de la República. El orador principal fue el Senador Zepeda.

Aprovechando la apertura y el diálogo que nos brindaron a quienes estuvimos presentes, los felicité por la unidad mostrada de la oposición, misma que pudo contener un intento de modificación a la Constitución para privilegiar el monopolio de la industria eléctrica del país por parte de la CFE en perjuicio de la libre competencia, tan necesaria ésta para contar con energía eléctrica a precios competitivos, empleando procesos amigables con el medio ambiente.

Les comenté también acerca de la necesidad de mantener dicha unidad, a pesar de las divisiones naturales que pueden surgir cuando toque la renovación de las próximas gubernaturas y sobre todo,  de la ya cercana elección presidencial.

Si la oposición se fragmenta, está perdida. Desunida, volverá a arrasar MORENA como consecuencia directa de los programas sociales y de la falta, (hasta ahora), de candidatos de verdadero peso dentro de la oposición. Si el presidente llega a hacer campaña a favor del candidato o candidata de su partido, una oposición fragmentada será barrida en las urnas.

Igualmente les compartí mi visión sobre la manera de abatir la pobreza mediante la generación de empleos y no mediante la continuidad de programas asistencialistas que solo llevan al conformismo, a la pereza y a la dependencia. Al final, éstos no resuelven nada de fondo y sólo producen simpatías temporales a los beneficiados. También votos a los políticos “benefactores”.

El senador Zepeda repitió lo que me parece una buena intención, pero una pésima solución. Habló sobre la necesidad de apoyar a los pobres mediante la asignación de una especie de salario de subsistencia, pagado por el gobierno a quienes no tengan empleo y por consiguiente no produzcan absolutamente nada. Afirmando que esto ya se aplica en USA y en Alemania.

Desconozco que tan cierto y exacto sea lo anterior.

Sin embargo, no hay que olvidar que las economías de USA y Alemania son de las mayores del mundo, por lo que posiblemente puedan hacer eso y más. Como a toda acción corresponde una reacción, el regalar dinero a diestra y siniestra; entre otras cosas, ha generado en USA la mayor inflación anualizada de los últimos 40 años.

A veces  eso no lo entienden quienes dirigen al país, porque  han vivido siempre de la política y no han tenido nunca que padecer cada mes el pago de salarios, renta, teléfonos,  impuestos, IMSS, gasolina, pagos a proveedores, etc. cuando las ventas están por los suelos.

Yo pregunto: ¿De dónde obtendrán dinero para pagar estas ocurrencias?.

Lo que hay disponible no alcanza ya ni para pagar las pensiones, los múltiples programas clientelares, los intereses de la deuda y al menos el mantenimiento básico  de la infraestructura existente, para que ésta no se siga deteriorando. Los recursos no salen de la nada. ¿Pedirán más préstamos?. ¿Imprimirán más dinero?. ¿Nos subirán más los impuestos?. Da terror pensar en las medidas que podrían tomar nuestros políticos.

¿Quieren que haya empleo?. No es tan complicado: Pongan incentivos a las empresas privadas para que aquéllas que se establezcan en zonas marginadas y generen empleos no paguen impuestos durante 10 años. Para lograrlo, generen certidumbre jurídica, paz social y erradiquen la violencia que nos agobia.

En poco tiempo el problema del desempleo se abatiría. La gente pobre ya no dependería de la limosna gubernamental. El empleo formal genera prestaciones, consumo, riqueza, autosuficiencia, auto estima y dignidad.

No es tan difícil conseguirlo.

Las ocurrencias basadas en buenas intenciones son un rotundo fracaso. Acostumbran a unos a vivir a costa de los demás. Así, ningún país progresa.

¿No les parece a Ustedes?

Muchas gracias y buen fin de semana.