Veracruz | 2020-11-23 | Raúl López Gómez
Unos en la lucha por comer, y otros en la lucha por el poder, se trata de la clásica guerra de las castas políticas y empresariales de este país, empecinadas en seguir pegados a la ubre de muchos años.
Mientras, el pueblo sigue sufriendo de los afectos de una pandemia, que no solo amenaza de muerte, sino de quienes están sufriendo una desigualdad peligrosa, cuando los políticos, empresarios y gobernantes, andan a la greña en una guerra por los presupuestos.
Pero en la realidad nadie hace nada por ayudar a los pobres, que ya no resisten a los efectos de aislamiento, pandemia y a los aumentos de precios a los productos básicos, y a todo lo que se les acumule.
Además, para el próximo año hasta les suben tarifas a la telefonía y a internet, cuando, la gente se mantiene comunicada con el exterior y realizar servicios sin salir, y aquí se han ensañado en contra del pueblo, que muchos dicen defender, pero en el discurso y en el papel.
Niños y jóvenes también dependen del uso de la telefonía y el internet para sus estudios, los padres de familia con varios hijos sufren por lo complicado es que cumplan en sus clases por falta de equipos de cómputo y los datos de internet no les duran nada más que horas.
Nadie regula eso, no hay autoridad para ese problema que afecta a las grandes mayorías pobres y de clase media. Que se toquen el corazón, cuando ya sea tarde.
Por lo pronto, pobres y clasemedieros, están anotando en su libretita todos los puntos buenos y los puntos malos de los políticos, al final en las próximas elecciones, toma tu voto, y esto es para todos los partidos políticos, que en el día a día, cuando asumen el poder cambian hasta su forma de caminar y se les sube a la cabeza el humo y otras cosas peores.
Hace falta mayor conciencia de solidaridad con la población, la gente ya no resiste a tanta pobreza y desempleo, las ayudas del bienestar se utilizan para lo necesarios comida y el pago de servicios y se va como agua.
Es un gran sufrimiento, porque con la pandemia y el aislamiento, los trámites en los hospitales para los medicamentos de control, son muy complicados y en más fácil comprarlos para salir del problema, y ni modo otro gasto,
Ahora, en la realidad, se trata de enderezar un rumbo de noventa años de corrupción, abusos y de impunidad, pero a costa del sufrimiento de la gente, los políticos no miden las consecuencias y se están apretando las tuercas demasiado a las mayorías pobres, y todo es más peligroso.
Luego, las consecuencias los funcionarios públicos andan llorando por no darse cuenta de que empoderados ya no ven más lejos de su nariz, y eso es riesgoso.
Los casos en el mundo, van y vienen ahora en Guatemala, las reacciones de la gente hasta quemaron el Congreso, y por eso a la gente no hay que provocarla, porque se desbordan en un momento en donde los nervios andan crispados en todo el orbe, a causa de una pandemia que amenaza a todos con la muerte y los contagios exponenciales, pero los políticos andan en zonas de confort, y más aún todos los burócratas que sin exponerse les llega su pago quincenal y cual sufrir.
Los políticos de antes a diferencia de los de ahora, esa en la disputa, ese es el debate que se pone sobre la mesa, porque unos simulan muy bien y otros hasta hacen como que trabajan, pero sin sudar la camiseta.
Con el problema de regular a las empresas outsourcing,--es un término en inglés que se utiliza para representar el acto de tercerizar servicios, llevado a cabo por una empresa para reducir la carga de trabajos hechos internamente y escalar el alcance y la productividad del negocio—se dice que se va a registrar mayor desempleo.
Los puntos aquí, es que se quiere ir más allá y las quejas de los empresarios es que no les gusta que les pongan las clásicas sanciones penales a los incumplimientos legales, y aún más no cumplen con las prestaciones de ley, y se vienen dando situaciones cómodas, en donde al trabajador no se le pagan salarios decorosos, no tienen protección medica ni de vivienda.
Hoy todo se complica, una pandemia, en donde pocos medios de ayuda a los desempleados y pobres, porque se requieren medidas legales de apoyo como en otras naciones en donde se han decretado beneficios para pagos de hipotecas, bancarios y de servicios, postergados o con rebajas.
Esto es necesario millones de personas en México, están sufriendo y lo más delicado es que el problema se convierta en hambruna, a causa de que la pandemia se complica, cada día se prolonga más su control y al contrario crecen casos de contagio, decesos y mucha gente anda desesperada por pasear, y otros preocupados por comer.
Esto es simple, mucha gente acude al uso de ansiolíticos y las en las farmacias se han agotado los medicamentos controlados, esto a causa de la desesperación de quienes no encuentran la luz al final del túnel.
Los políticos y los empresarios se ríen, se burlan y se muestran insensibles a una realidad. Pero hay un Dios. Así las cosas.