ESTAMPAS DE UN FERVOR IMBORRABLE

Coatzacoalcos | 2023-04-08

Relatov de viaje; ESTAMPAS DE UN FERVOR IMBORRABLE

Sin saber ahora quién lo anunció o a través de cuál medio informativo me enteré, un día 6 de marzo entrada la noche me trasladé en autobús de 2ª clase a la villa de Chinameca, para pronto abordar el coche de alquiler que, pasando delante de Chacalapa, tomó la desviación hacia Minzapan y ya allí -sin conocer todavía a nadie- busqué el domicilio en que se hacía por los lugareños la postrera velación del ‘Santito’.


La imagen viajera cuyo recorrido diario se inicia tradicionalmente desde el mes de noviembre anterior, a fin de ser venerado con su fervor ancestral de la población circunvecina rural, e incluso ha visitado algunos hogares de colonias suburbanas, teniéndose así ocasión de esa víspera, antes de ser llevado a Pajapan .

Muy cercano a la medianoche, me introduje con determinación al amplio patio de la casa, luego encontré un sitio donde permanecer silencioso, observando a las demás personas que a la intemperie estaban afuera, entretanto platicaban en voz baja para entretenerse, mientras las señoras permanecían adentro de la vivienda que permanecía iluminada.

Por suerte, toda la madrugada estuvo tranquila y a medida que se fuera aclarando, empezó a darse una serie de movimientos al interior y cada vez era notorio arribaban más familias vecinas, sin haber mucho alboroto, reuniéndose todos finalmente frente a la salida porque había amanecido.

Como portaba una cámara fotográfica, empecé a captar las escenas con el afán de registrar las acciones del momento r, en tanto un envoltorio cuidadosamente forrado de petate nuevo, comenzaba a ser cargado por cada uno de los asistentes, mediante relevos en tramos cortos; cuando inesperadamente la comisionada del traslado.

Me sorprendió al hacer el ofrecimiento de que también llevase a cuestas, sujeto a un mecapal, el tlapil.li de la figura festejada, y lo cual con respeto hice, preocupado en evitar un tropiezo, dado el camino pedregoso cruzado de arroyitos, que ascendería hasta salir a la carretera colmada de fieles a San Juan de Dios.