Enfrentamiento con el General

Veracruz | 2021-10-23 | Gabriel Athié




Ilustradora Aranza Aguirre

 

Te contaré algo:

Todos los domingos vamos a comer a casa de mis abuelos… y todos los domingos es escuchar a mi abuelo despotricar en contra de los avances tecnológicos:

“¡Eso es una tontería, nada supera al álbum de fotos!” “En mis tiempos sí se escuchaba buena música” “¡Ahora tanto mugre aparato que les seca el cerebro!” “¡Te vas a quedar ciego!”

…y bla, bla, bla. Para mi mala suerte, hoy es domingo.

Lo único bueno es que cada vez que vamos para allá se compra comida, a veces es arrachera pollo frito, memelas o mariscos. Creo que hoy serán cocteles; amo los mariscos.

- ¡Javier apúrate que tus abuelos comen temprano!

- ¡Ya voy!

Compramos carnitas porque se le habían antojado a mi abuelo, no están mal, si me gustan, pero yo quería mariscos.

El llegar a casa de los abuelos es realizar la misma rutina: nos abren la puerta, saludamos, mi mamá deja su bolso en el sillón de la sala, mi hermana corre a subirse en el columpio que está en el árbol, mi papá le grita que se venga a comer, servimos la comida sobre la mesa y nos sentamos a comer.

- ¿Cómo estás papá, dormiste bien?

- Bien viejo…¡Ayer me dio frio tú! el clima enfría mucho, ¡nombre me dolían los huesos! Lo tuve que apagar a medianoche

- ¿Por qué no le suben a la temperatura?

- Pues yo no le entiendo a esa cosa, tu mamá es la que le sabe

- Se lo voy a dejar programado para que ya no les dé frio

- Por cierto, viejo, ¿pueden checar el estéreo? ya no quiere andar

- ¿Por qué no le compramos una Alexa? – Digo sin pensarlo

Grave error. Mi abuelo voltea a verme fijamente, su mirada es de desagradado

- ¿Qué es eso? – me pregunta directamente

Suspiro. Dejo el pedazo de tortilla que tengo en la mano

- Es una bocina que se conecta a internet y tú te conectas a ella por Bluetooth. Con ella puedes escuchar cualquier canción que quieras, están todas las canciones y no necesitas todas esas cajas con discos que sólo estorban.

- Sólo estorban…

Nuestro entorno cambia; dejamos el comedor, ahora estamos en una superficie volcánica.A nuestro alrededor hay tres volcanes activos con fumarolas saliendo de la cima. Él está frente a mí con la mirada fija,no hay nadie más. Ya no trae su gorra, playera ni short de mezclilla, ahora tiene la vestimenta de un guerrero chino de la antigua dinastía Zhou; su cabello está agarrado en una cola pequeña, comúnmente conocida como cebolla y viste una toga elaboradamente bordada. Sus manos están frente a frente a la altura de su estómago, una con la palma abierta y los dedos apuntando hacia el cielo y la otra en puño.

- ¿Qué dijiste sobre mis discos?

Yo visto un hanfu de seda color blanco con dorado

- …Dije que ya no son necesarios

- ¡Retráctate!

- ¡Nunca!

El cielo se torna negro y el volcán del centro hace erupción. A nuestro alrededor caen piedras al rojo vivo y la lava avanza rápidamente por el cuerpo del volcán.

- Ustedes los jóvenes no son capaces de ver todo el panorama. Sin los discos no existiría tu Alexa

- Tus discos ya son obsoletos

¡De la nada aparece frente a mí! Su velocidad es sorprendente.

- Entonces,¿por qué ustedes buscan los discos de vinilo para decorar su cuarto?

Un golpe directo al estómago que me deja sin aliento. El viejo sabe jugar. Me reincorporo.

- Tienes que aceptar que todo está mejor que antes… por ejemplo el televisor

- ¡No te atrevas!

- Dime abuelo, ¿te acuerdas de tu primera tele? Era grande, de bulbos y, a blanco y negro… en cambio, ahorita es pantalla plana y a color.

Se queda en silencio. Un golpe directo a la memoria. El suelo tiembla colérico, como si el lugar estuviera conectado con las emociones de mi abuelo, columnas de vapor hirviendo salen disparadas hacia el cielo. Después de unos segundos se forma un círculo de lava a nuestro alrededor. Él, muy tranquilamente se quita la toga y deja ver una armadura debajo; Tiene un escudo de pecho con hombreras hecho con cuero de rinoceronte color rojo escarlata con dorado y en su cintura trae una espada china Jian.El arma de maestros.

Gira su cuello hacia el lado izquierdo, ¡trac! ahora al derecho, ¡trac! Relaja los hombros, controla su respiración y pone una pierna frente a la otra. Yo trago saliva.

- Toc toc – Dice de manera calmada

- ¿Toc toc?

Silencio

- … ¿Quién es? – Pregunto

- La vieja Inés – Da un paso hacia mí

- ¿Y qué?¿qué quiere?

- Así no es – dice él

- ¿Qué quería? – corrijo

- Un listón – sigue avanzando hacia mí

Me acuerdo de quecuando estaba chico mi papá me enseñó ese juego

- ¿De qué color?

- Rojo – responde él

- … ¿Sí hay? – dudo

Los ojos de mi abuelo brillan y corre hacia mí, me preparó para el impacto, pero este no llega.

- Te voy a hablar de varias situaciones que te has perdido por tu dichoso avance tecnológico – Me dice a mi espalda en susurros - ¿Alguna ves jugaste una reta de futbol por la Coca? ¿Gritaste gol gana? – Me da un zape, yo me volteo lo más rápido que puedo, pero él ya no está en ese lugar - ¿Sabes jugar al yoyo, al trompo o a las canicas? ¿Conoces a tus vecinos? - Me jala la oreja - ¿Has ido por las tortillas y quedado a jugar maquinitas? –Me tira del cabello – ¡Te crees que lo sabes todo, pero no sabes escuchar!¡Eres un niño consentido, inmaduro y berrinchudo!

Me doy la vuelta con el brazo estirado para asestarle un golpe, fallo.Él aparece frente a mí

- ¿Les has escrito una carta con puño y letra a tu novia? – Me da un zape en la frente –

Estoy lo que le sigue de enojado, me repatea que me estén dando zapes y esté criticándome.No sé desde cuando se cree con el derecho de decirme que debo hacer o no hacer con mi novia. Él no sabe, ya pasó su tiempo. Me hierve la sangre y le suelto a bocajarro

- ¡¿Y qué me dices de tus medicinas?! ¡Sin ese avance tecnológico ya estarías muerto!

Mi garganta y boca me arden después de decir esas palabras. Si tan sólo hubiera una manera de poder regresar el tiempo. Me arrepiento desde el momento en que terminé de pronunciar la última “o”, pero ya es demasiado tarde.

- ¡JAVIER! – me grita mi papá

Estoy de regreso en el comedor. Volteo hacia mi abuelo, él borra la sonrisa de su rostro; ¿desde cuándo sonreía? No me percaté que élsonreía desde que llegamos. Mi abuelo retira la mirada;mi pecho me estruja; se me va el apetito; me levanto de la mesa sin voltear a verlos; tomo las llaves del coche y me quedo dentro de él.

- ¡Javier, ven a despedirte que ya nos vamos!

Antes de salir del coche tomo mi Alexa. Entro a la casa de mis abuelos, la mesa ya está limpia, mis papás platican con mi abuelita en la sala y mi abuelo está con mi hermana. Entro a su cuarto y le dejo mi Alexa en su tocador. Mi hermana se da cuenta.

- Abuelito, ¿tienes internet? – Le pregunta mi hermana.

- No, pero creo que la vecina sí tiene, ¿por qué?

- ¿Crees que nos deje conectarnos?

- Hay que preguntarle

Me siento a lado de mi mamá. Pasa un tiempo y me dicen que ya nos vamos, que le avise a mi hermana. Al llegar a la entrada del cuarto de mi abuelo escucho que dice:

- Alexa pon Castellano qué bueno baila usted de Benny Moré.

Qué bueno baila usted de Benny Moré en Spotify” – Le responde la bocina

- ¡Ói! ¡Me respondió! Jajajaja

 Mi hermana también se ríe

- Sí, también habla jajaja

… castellano, qué bueno baila usted… castellano, qué rico y qué bueno baila usted…  castellano, qué bueno baila usted… cosa buena mira cómo baila y usted cómo es… castellano, qué bueno baila usted… decían que yo no venía y aquí usted me ve…”

- ¡Escucha, escucha mi neguita! ¡Con esa canción conocí a tu abuelita!

Mi abuelo comienza a bailar, después de unos segundos toma a mi hermana de la mano y bailan juntos…

Denisse, sé que no es la carta más romántica o que esperabas otras palabras, pero te escribo está historia porque siento que debes de saber de donde salió la idea de escribirte; fue su idea. Ya iré mejorando, esta es la primera de muchas. Lo prometo.