Veracruz | 2021-07-11 | Francisco Blanco Calderón
Otra vertiente, en la discusión de nuestros días son las clases sociales. Todos queremos ser, al menos, clase media, pero la realidad impone otros parámetros de pertenencia. Los grupos sociales son dos: los que acumulan todo y los que carecen de lo indispensable. Ricos o pobres, pero ¿en medio quienes están? Primero dejemos que los especialistas determinen las características de pertenencia a una clase social.
“El marxismo considera que las clases sociales aparecen en las sociedades con división social del trabajo. No todo el mundo trabaja de la misma manera, ni se relaciona del mismo modo con las fuerzas productivas. Con la aparición de la propiedad privada la sociedad se divide en dos grandes grupos o clases: la de las personas que poseen propiedad privada, que son dueñas de los medios de producción (tierras, fábricas, ...) y la de aquellas personas que no son dueñas de dichos medios y sólo disponen de la fuerza de su trabajo para sobrevivir”. (e.torredebabel.com).
Max Weber distingue como clases sociales, a grupos de estatus y partidos políticos, de estratos distintos a los órdenes económico, social y político. Las clases sociales se definen por la relación económicamente determinable entre sus miembros y el mercado. Y las clasifica en tres clases: alta, media y baja, con parámetros medibles como salario, ocupación y escolaridad.
Viri Ríos, analista de la política mexicana y doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard, escribió en el New York Times sobre la clase media en México: “En México muchos creen ser clase media pero no es así. El 61 por ciento de la población se identifica como tal, pero solo el 12 por ciento lo es. La mitad del país vive con un serio malentendido sobre su nivel de ingreso, confusión que comparten ricos y pobres por igual”.
De acuerdo con la doctora Ríos, “para ser clase media una familia de cuatro integrantes necesitaría ganar 64 mil pesos mensuales, un nivel salarial que solo gana el 10 por ciento de México. Citó los estudios de Alice Krozer que han mostrado que aún entre el 1 por ciento más rico del país, dos terceras partes creen ser clase media”. (New York Times. Mayo 2021).
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) dijo que en México es el 25% promedio de la población que se encuentra en este grupo de ingreso. La clase media se ha reducido debido a que, para las generaciones jóvenes, es cada vez más difícil alcanzar la clase media, falta de empleo bien remunerados debido al outsoursing”.
De acuerdo con datos del Banco Mundial, la clase media en México se redujo de 30.6 a 25.6% tras la crisis económica y sanitaria del 2019- 2020, dando a conocer que la pandemia global empujó a 4.7 millones de personas de la clase media a la vulnerabilidad o la pobreza en América Latina y el Caribe (En su más reciente reporte “El lento ascenso y súbita caída de la clase media en América Latina y El Caribe”).
Para el premio Nobel de Economía Joseph Stiglits: solo el 1 por ciento de la población tiene acceso al 99 por ciento del recurso nacional y a su vez el 99 por ciento de la sociedad solo tiene acceso al 1 por ciento del producto interno bruto. En su libro El Precio de la Desigualdad puntualiza: “El 1 % de la población disfruta de las mejores viviendas, la mejor educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida, pero hay una cosa que el dinero no puede comprar: la comprensión de que su destino está ligado a cómo vive el otro 99 %. Las consecuencias de la desigualdad son conocidas: altos índices de criminalidad, problemas sanitarios, menores niveles de educación, de cohesión social y de esperanza de vida”.
Para Alfredo Jaliffe: “La guerra de clases versa desde la migración, pasando por el medio ambiente, hasta los valores sociales, donde la súper-clase empresarial va ganando la batalla, en medio del profundo declive de las instituciones que protegían a la clase obrera. A su juicio, hoy la súper-clase controla las transnacionales y los multimedia y su desenlace es un dilema: el triunfo de la súper-clase –la oligarquía/plutocracia– y su “sistema de castas high-tech”. (Hacia la desglobalización, Alfredo Jaliffe).
Lo sucedido en el golpe de estado en Bolivia, por el control de los recursos energéticos por las grandes transnacionales, o lo que acontece en Perú con los grandes intereses económicos que impiden la proclamación de Pedro castillo, como el ganador en la reciente contienda electoral y lo mas actual el asesinato del presidente de Haití; Jovenel Moise,en que involucrada una gran empresa estadounidense y varios mercenarios colombianos, ni se diga del ahorcamiento económico a Cuba y Venezuela, o en el caso mexicano la oposición, política, empresarial y mediática, contra la 4T para recuperar y preservar el poder político y económico, con gran respaldo de las transnacional beneficiadas por el neoliberalismo. No hay que dudar, es la globalización, una economía de mercado controlada por las grandes empresas transnacionales. ¿El Estado Nación se somete a los grandes intereses o la Sociedad entera deberá asumir su responsabilidad para la construcción del Estado de Bienestar?
(Comentarios: escenarios969@gmail.com)