Ciudad de México | 2020-07-03 | Adriana Morales Ortiz-César Daniel González Madruga-Enrique Quezadas-Rafael Aluni
Caminar por México es una propuesta del desarrollo de la consciencia para influir en todo el planeta.Cada paso utiliza nuestra corporeidad para dejar una huella indeleble en los caminos trazados por los antiguos mexicanos. Sin embargo, cada caminante forja su sendero energético, ataviado con sus propios recursos de ignorancia y sabiduría. Los tramos se recorren bajo el orden de las leyes atmosféricas imperantes al momento de intentarlo.
Llevamos arquetipos que trabajan mientras avanzamos, en nuestro cuerpo, corazón y mentecognitiva.También sabemos que lo hacen con las carreteras,caminos pavimentados y de terracería que se alegran de ser pisados con intención.
Un arquetipo provoca que aflore nuestro inconsciente colectivo y con él toda la energía asociada por milenios. También genera resonancia en los paisanos que nos vamos encontrando en el camino y se suman por metros, cuadras. Los arquetipos abren el corazón, la compasión, la solidaridad y esos paisanos nos ofrecen café, agua,descanso; nos alientan a seguir y finalmente también nos bendicen.
Hay un ritmo que nos lleva al silencio interno. Hay un fuego que incendia la trascendencia. Hay agua que purifica la bondad,viento que aclara el pensamiento. El sahumador va adelante dejando su aroma de resina, de tabaco de hierbas medicinales: curando a los caminantes,
dándonos fuerza. También nos protege, nos envuelve, nos va limpiando.
La bandera de México, permite que esas memorias ancestrales se activen y reconozcamos la sagrada trinidad que se venera en una gran parte de las tradiciones espirituales. Sus colores invitan a la determinación y fuerza: el rojo, al optimismo y la bondad: el verde y a la belleza, a la armonía, síntesis de los opuestos: el blanco.
El águila está devorando una serpiente es la consciencia, recordamos que las prácticas espirituales pueden controlar a esa serpiente que simboliza, entre otras cosas el énfasis en lo material y finalmente están sobre un nopal un cactus que sabe sobrevivir en situaciones extremas, nuestra madre tierra....
Así llegamos a otro arquetipo el de la virgen de Guadalupe. Cada persona que lo vió en nuestro recorrido mostró veneración, respeto y algunos alegría. La Gran Madre es uno de los más fecundos símbolos, que nos genera recuerdos conmovedores e inolvidables, dice Jung
¨constituye la secreta raíz de todo devenir y toda transformación,que es la vuelta al hogar y a la vuelta a sí mismo y es el silencioso fundamento de todo comienzo y de todo final ¨(jung,1934).
Nuestra familia de caminantes se reconoce en todos los ámbitos del quehacer humano,y en todo el ciclo de vida. Políticos,académicos,empresarios y activistas. Niños, adolescentes,
jóvenes, adultos y gente mayor. Cada uno sabe, intuye que estas caminatas posibilitan el porvenir con un nuevo tipo de seres humanos que han logrado comprender que somos parte de algo más amoroso, que la cooperación y solidaridad nos empodera y que finalmente podemos trascender cualquier polaridad existencial.