Coatzacoalcos Ver | 2024-07-11
Ante las arbitrariedades que sufren a manos de las diferentes corporaciones policiacas, así como por elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), centroamericanos en busca del llamado sueño americano, prefieren represar a su país de origen.
Recientemente, se ha visto a más de 100 indocumentados que se encuentran apostados en los bajos del puente Ramon Figuerola o también conocido de la Avenida Uno, esperando abordar el tren para llegar a la frontera con Estados Unidos.
David Caboverde Luengo, cubano de 21 años, solo está pendiente de la salida del ferrocarril para subirse y llegar hasta dónde su cuerpo y energía se lo permita, ya que ante la trayectoria recorrida, está a punto de tirar la toalla y rendirse de buscar una mejor calidad de vida.
Sin embargo, la ausencia de su esposa e hijos, lo ha llevado seriamente a pensar en regresar a Cuba, para estar nuevamente a lado de ellos, toda vez que teme perder la vida en la travesía hacia los Estados Unidos.
Hace dos años salió de Cuba junto con su pareja, y desde ese tiempo a la fecha ha estado en Cancún, y también algunos meses logró llegar a Estados Unidos, sin embargo, lo detuvieron en Nuevo Laredo.
El entrevistado dijo que llegó hace dos días a Coatzacoalcos, esperando treparse al vagón del tren; por el momento su sueño americano está detenido.
David señaló que, durante su estancia en Estados Unidos a su pareja, quien ya estaba embarazada la deportaron a Cuba, fue entonces que dio a luz.
Viaja junto con otro grupo de venezolanos y hondureños que se encontraron en el camino, entre ellos dos mujeres y una menor de edad; han caminado entre la selva y maleza varios kilómetros, abordado lanchas y autobús.
Explicó que antes de ir a Norteamérica, de Coatzacoalcos van a la Ciudad de México, en donde otros migrantes los esperan para poder trabajar durante un tiempo en lo que juntan dinero y continuar su trayecto.