Coatzacoalcos | 2024-09-26
El 25 de septiembre de 2015 marcó un antes y un después en la historia de Coatzacoalcos, en el sur de Veracruz. Ese día, el exgobernador Javier Duarte de Ochoa implementó el operativo "Blindaje Coatzacoalcos" con la intención de combatir los altos índices delictivos en la zona. Sin embargo, lo que siguió fue una tragedia: la desaparición forzada de más de 50 personas.
El operativo "Blindaje Coatzacoalcos" se llevó a cabo entre 2014 y 2015. Fue anunciado como uno de los esfuerzos de seguridad más importantes en el sur del estado de Veracruz. Más de 800 elementos estatales, federales y de fuerzas armadas se desplegaron en la región con el objetivo de reducir los delitos y prevenir el crimen. Sin embargo, en lugar de seguridad, las consecuencias fueron devastadoras.
Esa fatídica noche, Jacob Vicente Jiménez, de 27 años, fue uno de los jóvenes levantados presuntamente por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Fuerza Civil, Policía Naval y Municipal. Se cree que al menos 30 ciudadanos de distintas edades también sufrieron el mismo destino. Jacob, un joven trabajador y amable, desapareció sin dejar rastro.
Belén González Medrano, madre de Jacob, se convirtió en una voz incansable en la búsqueda de justicia. Junto con otras familias afectadas, formó un colectivo en Coatzacoalcos con el lema "hasta encontrarlos". A lo largo de casi una década, han marchado, protestado y exigido respuestas. Más de 500 personas fueron sacadas de sus hogares y centros de trabajo durante el operativo, y aún no se conoce su paradero.
A pesar de las investigaciones que señalan la participación de elementos de seguridad pública en estas desapariciones, la mayoría de los casos continúan impunes. Algunos policías fueron detenidos, pero la búsqueda de los desaparecidos sigue sin dar frutos. Las familias claman por justicia, y Belén González insiste en que la disculpa oficial no es suficiente sin resultados concretos.
Hoy, nueve años después, Coatzacoalcos sigue buscando respuestas. Las heridas no han sanado, y las familias no descansarán hasta que la verdad prevalezca y encuentren a sus seres queridos. El operativo "Blindaje Coatzacoalcos" dejó un legado de dolor, pero también una determinación inquebrantable en la lucha contra la impunidad.
En cuanto a los avances en las investigaciones, lamentablemente, la información disponible no señala avances significativos. La búsqueda continúa, y las familias mantienen la esperanza de encontrar a sus tesoros perdidos en las sombras de aquel fatídico operativo.
La memoria de aquellos desaparecidos sigue viva en Coatzacoalcos, y la comunidad no olvida. La justicia es su clamor constante, y su lucha persiste, recordándonos que la impunidad no puede prevalecer sobre la dignidad humana.