Machismo limita alfabetización para mujeres de zonas rurales

Coatzacoalcos | 2022-04-21 | Heder López Cabrera


Sólo el 50% de las mujeres que acuden a las estrategias de alfabetización del Subproyecto 518 logran finalizar la primaria o secundaria, el resto no continúa debido al machismo, especialmente en zonas rurales o indígenas, en las que las brechas de desigualdad de género son una constante.

Lo anterior lo dio a conocer Rosalba López Vázquez, titular del Subproyecto 518 del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA), quien señaló que en el sur son mil 200 las personas a las que se les beneficia con este programa.

“Es un trabajo muy difícil el de romper esas barreras de género, de machismo, de violencia, pero lo estamos haciendo… en este subproyecto hemos detectado que del 100% el 50% termina sus estudios, estamos generando esa lucha, pero lo queremos lograr, lo estamos logrando, el 50% se dice (que es) mucho, pero antes era mínimo, el 5% de las mujeres que terminaban sus estudios”,  mencionó López Vázquez.

De acuerdo con datos del mismo IVEA hasta el 2021 eran 517 mil los veracruzanos que no saben leer ni escribir, la mayoría mujeres, por lo que en zonas de alta marginación el índice de analfabetismo en mujeres es de hasta el 65% y en zonas indígenas hasta de un 80%.

“Vamos rompiendo barreras, como mujer a mí me encanta llevar el mensaje de inclusión, de equidad y la no violencia, porque además el modelo de educación, comprende temas de esa índole, entramos para dar esa plática previa, para dar ese mensaje de confianza”, detalló la titular del Subproyecto 518 del IVEA.

Por su parte, el Censo de Población 2020 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) arroja que el grado promedio de escolaridad de la población mayor a 15 años es de 8.7, es decir, algunos culminaron el tercer grado de secundaria, sin embargo, de cada cien personas ocho no tienen grado de estudios.

Ante ello, el IVEA articuló mecanismos de alfabetización a través de los Centros Integradores de Desarrollo junto a la Secretaría de Bienestar, para detectar quienes no saben leer ni escribir y así comenzar los círculos de estudio.