Coatzacoalcos | 2022-12-29
A la López ya llegaron los viejos, la familia Lagunes Reyes los fabrica con ropa vieja, aserrín y con mucho cariño para todos aquellos que quieran quemar al “viejo” en este fin de año que se aproxima.
Ellos completan la cena de año nuevo con lo poco que ganan en la elaboración de estos muñecos y ya tienen 5 años que se dedican a esta labor que comienzan desde dos meses antes en la confección de los pantalones la camisa y la pintada de la cara y el cabello, esto último lo hace don Alejandro Lagunes y lo demás entre la señora Trini y su hija Mary Reyes.
La tradición de la quema de año viejo se remonta a mucho tiempo atrás cuando en los muelles del puerto de Veracruz, un grupo de trabajadores se pusieron en protesta para exigir a sus patrones el pago de aguinaldo, el tiempo que duró esta manifestación los alijadores para pasar el tiempo se vistieron con harapos, se disfrazaron de mujer y al ritmo de la canción del año viejo de Tony Camargo y bailaron con este ritmo.
Según los estudiosos del tema dicen que esta costumbre se inició en Ecuador, en el 1800, cuando una epidemia mato a muchos ciudadanos y la gente para no contagiarse les puso paja y los quemaban, otros la sitúan en la antigua Grecia.
Lo cierto es que en la zona sur de México, desde Quintana Roo, Yucatán, Chiapas, Tabasco y Veracruz, se quema al viejo durante la celebración de fin de año para despojarse de las malas vibras que deja el año saliente, y pedir por la salud y la bienaventuranza del año nuevo.