Coatzacoalcos | 2024-11-06
Por extraño que parezca, una de las barreras para la preservar tradiciones mexicanas en la infancia no son sólo la proliferación de costumbres extranjeras, sino las religiones que profesan algunos padres de familia, reconoció el maestro de artística y activista cultural zapoteco Luis Alberto Crispín López.
"En las escuelas donde estoy no me ponen barreras, la directora me dijo desde un principio que mi trabajo es descubrir y explotar talentos, que los alumnos se sientan seguros de sí mismos, aquí, la barrera son los papás en cuestión de religiones, porque hay alumnos muy talentosos que por una religión no pueden participar", añadió López Crispín, quien estuvo presente en el programa especial por Día de Muertos ´Teloneros´, producido en Diario del Istmo.
López Crispín es egresado de la licenciatura en educación artística por el Campus Coatzacoalcos de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), aunque él es originario del municipio de San Blas Atempa, ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca.
"He descubierto niños que cantan muy bien, que bailan excelentemente muy bien, pero siempre me dicen: ´Maestro, en su clase todo lo que quiera, pero no me ponga a participar, porque no lo voy a hacer´, creo que eso es lo más difícil, la religión", añadió el profesor.
Alberto Crispín, ´El Blaseñito´, como se hace llamar artísticamente es hablante nativo del idioma zapoteco, además es heredero de una familia de bordadoras istmeñas, quien no estuvo exento de la discriminación ante sus orígenes indígenas.
"Nos enfrentamos mucho al estar hablando nuestro idioma el zapoteco o cualquier otro, porque todavía existe ese pensamiento machista de sobajarnos, de hacernos bullying, y entre el zapoteco y castellano nos enredamos, es eso por lo que se siguen burlando; otra característica que nos hace menos para ellos es nuestra vestimenta, que no nos bajan de indios cuando somos indígenas, pero si sabemos hablar nuestra lengua materna siéntanse orgullosos de donde eres, de donde pisas y siempre lleva tus raíces contigo, es lo que siempre he hecho desde que pisé Coatzacoalcos", remarcó ´El Blaseñito´.
Alberto Crispín señaló que al llegar a Coatzacoalcos le sorprendió que hay una asociación zapoteca y que hay personas interesadas en aprender sobre esta cultura.
"Fue una sorpresa para mí porque llegando a Coatzacoalcos me encontré con la sorpresa de que haya una asociación de la colonia zapoteca y me dieron la oportunidad de enseñar mis sones istmeños y el zapoteco, quieras o no mis familiares me abrieron el espacio, lo que me interesó más que había personas que tuvieron esa iniciativa de aprender el cómo bailamos nuestros sones", añadió.
El maestro precisó que es necesario impulsar no sólo desde la escuela, sino desde el hogar, las tradiciones mexicanas, para así preservarlas.
"A los alumnos se les mencionan las tradiciones de todo México, no sólo las de Oaxaca o Veracruz, ésa es una parte muy importante que tienen que saber, que México está lleno de un universo de culturas, les llama la atención Halloween por el espectáculo, pero en nosotros está el enseñarles desde nuestra cultura al elaborar un altar, lo creas o no van creciendo con esa curiosidad, le preguntan a los papás y hay algunos papás que no saben e investigan, así van fomentando", puntualizó.
Junto a Alberto Crispín, se presentaron en ´Teloneros´ los finalistas de la tercera generación de ´Ídolo del Sur´ para interpretar canciones clásicas de la música mexicana: Maya Cortés, Alberto Carrera, Isabel Vega y Piñón.