Coatzacoalcos | 2023-11-08
Ignacio Zaragoza, Juan Escutia, Allende, Aldama, etc, son los nombres de distintas calles en la ciudad de Coatzacoalcos, y algo común en una gran parte de las ciudades de México, sin embargo, toda la calle que atraviesa lleva el nombre de boulevard John Spark, que tal vez es un nombre con el que no te estés familiarizado pues en los libros de historia que llevamos en la primaria no había un personaje histórico con este nombre.
Nacido un 17 de abril de 1874 en Lower Island, Canadá, John James Sparks (si, con ´s´ al final) estudió medicina y trabajó un tiempo en Montreal Canadá, cuando un amigo suyo de origen escocés llamado John Mcpherson le mandó un telegrama donde le informaba de una plaza disponible para la compañía FF. CC. Nacional de Tehuantepec. El doctor Sparks arribó a Salina Cruz en el año de 1909 y posteriormente, en 1912 se desplazó a la entonces llamada Puerto México (actualmente Coatzacoalcos) donde prestó sus servicios en la compañía Mexicana de Petróleos ´El Águila´, donde consolidó su carrera profesional y recibió el nombramiento de vicecónsul.
John residió bastantes años en Coatzacoalcos, donde instaló su consultorio en la segunda calle de Lerdo, casi esquina con Corregidora. Se distinguía por una gran mesa de caboa barnizada, la cual también usaba para jugar póker o dominó con sus amigos cuando no se encontraba laborando. El galeno tenía un fuerte sentido de la empatía, pues a menudo atendía sin costo alguno a gente enferma de escasos recursos, además de que visitaba las rancherías a caballo para ofrecer sus servicios médicos.
Como era antaño, preparaba medicamentos con un mortero, los cuales también obsequiaba a los que lo necesitaran y no tuvieran para pagarlos.
Él vivía a pocas cuadras de su consultorio en la tercera cuadra de Ignacio de la Llave y también fue socio del famoso casino Puerto México, así como presidente, cuando siempre llegaba con su esmoquin blanco.
Su esposa, Mary Sparks falleció antes que él y fue sepultada en el panteón municipal de Coatzacoalcos, finalmente, el Dr. Sparks dejó de existir un 3 de diciembre de 1965.
Al día de hoy y gracias al reconocimiento y aprecio que ganó de los ciudadanos porteños por sus gestos filántropos, bautizaron el boulevard del malecón costero con su nombre. Asimismo, nombraron el colegio IPDM John J. Spark en su honor, donde su propia hija, Eleanor Sparks develó una placa en su honor.
Cabe destacar que, en palabras de Eleanor, aunque su padre era de otra nacionalidad, sentía mucho cariño hacia México y en especial a su último hogar... Coatzacoalcos.
Puedes ver más información de John James Sparks en el archivo histórico de la Ciudad de Coatzacoalcos, donde también se encuentran varias pertenencias de él, como un microscopio, figurillas prehispánicas y hasta una enciclopedia.