Coatzacoalcos | 2024-06-25
Durante la mañana de este martes, compartimos en las redes sociales de esta casa editorial unas fotografías capturadas por uno de nuestros reporteros gráficos en las cuales se puede ver a unos barcos volando sobre el golfo de México desde las playas de Coatzacoalcos.
Cabe destacar que esto no es ningún efecto hecho por computadora ni con inteligencia artificial, las imágenes son completamente reales, pero estos barcos evidentemente no están volando.
Lo que podemos observar en estas imágenes se trata de un efecto óptico llamado Fata Morgana y puede apreciarse no solo en el mar, sino en decierto o en cualquier extensión plana de terreno.
Este efecto óptico que consiste en ver objetos literalmente sobre la línea del horizonte que parecen flotar es conocido como Fata Morgana.
Este efecto recibe su nombre del italiano «fata Morgana» (es decir: ´hada Morgana´), en referencia a Morgan le Fay (´el hada Morgan´), la hermanastra del rey Arturo, quien, según las leyendas artúricas, era un hada cambiante.
Esta designación proviene de la literatura medieval, en la que Morgana era la hermana del rey Arturo (procedentes de Tintagel) y discípula -y más tarde rival- del mago Merlín.
Algunos defienden que era una sirena (su nombre procedería de 'mori-gena', que significa 'nacida del mar'), mientras que otros aseguran que era una bruja o un hada.
A veces es representada como la antagonista de su hermano y enemiga de Ginebra (esposa del rey Arturo) que desea el poder que la espada Excalibur otorga al rey.
La leyenda contaba que logró robársela y se la entregó a su marido sir Accolon para que lo matara, pero el destino se puso en su contra y el que acaba falleciendo es su amado.
Ella, completamente fuera de sí, recupera la espada y la arroja al mar. De esa relación con el mar y del primer avistamiento de un barco volador en 1818 proviene la denominación de Fata Morgana ('Hada Morgana').
Más de dos siglos después, sigue habiendo quien asegura avistar castillos en el aire, ciudades fantasma, islas inexistentes o montañas difuminadas.
Aunque actualmente es difícil creer que este tipo de imágenes sean ciertas, ya que es muy sencillo modificar una fotografía, lo cierto es que son completamente reales. Son espejismos que se originan en zonas donde coinciden capas de aire cálidas -de la tierra- y más frías -del mar-.
Cuando la luz impacta sobre ese área intermedia, proyecta imágenes desde diferentes ángulos. Los científicos explican que el ser humano da por hecho que la luz viaja en línea recta, por lo que cuando se curva, nuestro cerebro cree que lo que está viendo es irreal.