Coatzacoalcos | 2020-02-20 | Gerardo Enriquez Aburto
Trabajadores sindicalizados de la Sección 11 del STPRM denunciaron que funcionarios sindicales están haciendo su ‘agosto’ en pleno febrero, con la venta de plazas definitivas a trabajadores que no cuentan con los requisitos para firmar de planta, pues no tienen ni la antigüedad laboral y pertenecen a otra sección petrolera, por lo que con ello desplazan a los trabajadores que sí tienen los derechos para ocupar dichas plazas.
En un escrito que hicieron llegar a los medios de comunicación, los trabajadores afectados dijeron que el negocio es operado por la señora Carmen Carrizoza, conocida como ‘La Dama de las Fichas’, quien es la que hace y deshace a su antojo en el sindicato de la Sección 11, pues el secretario general Jorge Tadeo Pérez, sólo firma los documentos pues la que mueve todo es la señora Carmen, a través de sus incondicionales.
Entre los trabajadores que compraron la plaza definitiva están Marcos Gómez Sarmiento, conocido como ‘El Búfalo’ quien firmó planta como trabajador sindicalizado en el departamento de Muelles y Amarres, cuando él pertenece a la Sección 10 de Minatitlán. Otro beneficiado con estas prácticas corruptas es Eduardo Manzanilla Rico, hermano de la exalcaldesa de Nanchital Brenda Manzanilla, quien también firmó su plaza definitiva en dicho departamento, pese a que no pertenece a ese sector.
Otra que firmó plaza definitiva sin tener la antigüedad fue Cinthia Gómez López, ficha 452217 protegida de Jorge Tadeo Pérez, de quien dicen los trabajadores, cobran entre 100 y 150 mil pesos por la firma de planta definitiva a quienes no tengan derechos ni antigüedad para ocuparla.
De todas estas anomalías tiene conocimiento el jefe de área de la Terminal Marítima de Pajaritos, Harvey Toledo Matus, pero éste no puede decir ni hacer nada pues le autorizaron la ficha para su esposa María Cristina Moreno, por lo que no atiende los reclamos de sus compañeros trabajadores y se hace de la ‘vista gorda’, permitiendo que firmen plazas definitivas aquellos que no tienen antigüedad laboral o bien que proceden de otras secciones petroleras, desplazando con ello a los auténticos trabajadores que tienen la antigüedad, los conocimientos y llevan años esperando una oportunidad para firmar la plaza en forma definitiva.